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Bagnaia, los Márquez y la pugna eterna con Rossi

El defensor de la corona se disculpa con Álex después de su colisión en el GP de Aragón, que reavivó las llamas del conflicto enquistado entre las dos leyendas de MotoGP

Francesco Bagnaia en el GP de Aragón.
Francesco Bagnaia en el GP de Aragón.Pablo Morano (REUTERS)

Son otros tiempos y Pecco Bagnaia, en un gesto que le honra, no lo suficientemente habitual entre los grandes campeones, ha pedido disculpas por sus duras palabras sobre Álex Márquez. En el fragor de la batalla, el puntal italiano de Ducati acusó al pequeño de la familia Márquez Alentà de haberle tirado a propósito mientras ambos luchaban por el podio durante el GP de Aragón, precisamente el lugar del retorno a la gloria de Marc Márquez. El defensor de la corona ha querido apaciguar así el clima tóxico generado dentro y fuera del paddock.

Quiero disculparme con Alex por mis palabras fuera de tono, estaba muy enfadado y no quise acusarle de haberme tirado a propósito. Su defensa fue agresiva, pero es algo normal cuando estás luchando por el podio. A veces, cuando estás enfadado, dices cosas que no piensas. Él vino a disculparse, y tenemos perspectivas distintas, pero ambas respetables”, convino el número uno. El pequeño de los Márquez agradeció sus palabras, si bien lamentó el daño hecho a lo largo de estos pocos pero intensos cuatro días de traslado entre Motorland y Misano. “Me gusta que se haya disculpado, y se lo agradezco. El daño a mi persona, a mi equipo, a mi imagen, sin embargo, ya está hecho. Más allá de dejar eso claro, prefiero cerrar ese capítulo y centrarme en lo que viene por delante”, dijo, sin querer alargarse más sobre este asunto. “Para mí no es positivo que el ruido provenga de polémicas de este tipo”, añadió cuando los periodistas quisieron sacarle más sobre el tema.

Todos los ingredientes necesarios para avivar la polémica coincidieron. El pupilo avanzado de la academia de Valentino Rossi impactando con el hermano de su gran némesis, a la postre ganador ese mismo día después de casi tres años de sequía sin precedentes. Desde aquella desafortunada coz en Malasia 2015, la futbolización del mundial de motociclismo, el Barça-Madrid de las dos ruedas, se disputa entre los apellidos Rossi y Márquez. El propio Marc así lo sugería este jueves. “Él nunca ha sido un piloto problemático, lo que pasa es que la gente ve el apellido Márquez y lo mezcla todo. Yo he estado en muchos follones, pero me he metido yo solo. Él es diferente y que lo acusen por esa regla de tres no me parece justo”, decía el 93 a las puertas del GP de San Marino. Otra coincidencia puñetera: a nadie se le escapa que estamos en el gran premio de casa del mito italiano, nativo de la cercana Tavullia.

En esta localidad, cada semana, Bagnaia, Bezzecchi, Marini, Morbidelli y compañía entrenan junto a Rossi, su padre deportivo además de su ídolo. Marco Bezzecchi, por ejemplo, no dudó ni un segundo el domingo pasado en atizar también a Álex Márquez después de la carrera. Ninguno de los pilotos de la academia VR46 amagó, siquiera, con romper una lanza a favor del piloto de Gresini. Es una actitud que define muy bien el conflicto enquistado entre las dos mayores leyendas del motociclismo en el siglo XXI: o estás con uno, o estás con el otro. Sin grises de por medio. Aunque es un tema tabú en el ‘paddock’, nadie es ajeno al recuerdo de aquel infausto 25 de octubre de 2015, cada vez más cerca su décimo aniversario.

El año que viene Marc Márquez y Pecco Bagnaia serán compañeros en el equipo oficial de Ducati, una situación que también levanta suspicacias en varios muros. “¿Saben la que se les viene encima? No lo creo”, comenta un observador de otro equipo. Los protagonistas dicen que no habrá problemas, pero esa no ha sido la tónica en los garajes del octocampeón de Cervera, un auténtico especialista en la guerra psicológica, la misma que el tricampeón de Turín ha rechazado en más de una ocasión. “Nunca he entrado en juegos psicológicos”, aseguraba en declaraciones a este periódico a comienzos de año. Sus duras palabras, sin embargo, que no son las primeras este año, demuestran que el italiano está afilando la lengua. Su actitud dentro y fuera de la pista, este curso, está siendo también notablemente más agresiva que en el pasado.

El cruce de caminos entre Bagnaia y los Márquez viene de lejos. Álex y Pecco compartieron equipo en el Campeonato de España de Velocidad de 2012, en gran parte gracias al apoyo del mánager del primero. Su relación siempre fue buena y ambos hablaron después de calmarse en el camión de Ducati, el domingo por la noche. A nivel personal, el tema quedó solventado con diferencia de criterio, si bien en casa de los Márquez Alentà ha dolido que el italiano tardara hasta este mismo jueves en retirar la acusación respecto a la intencionalidad del pequeño de la familia. Todos quieren pasar página, pero la historia de MotoGP demuestra que nada desaparece como por arte de magia.

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