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Ayala, socio de honor del Círculo de Lectores

Ayala es "una generación en sí mismo", dijo ayer Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, al glosar la figura de Francisco Ayala, quien cumplió 98 años el pasado 16 de marzo y que anoche recibió el titulo de socio de honor del Círculo de Lectores en Madrid. El intelectual granadino leyó con voz firme, sin gafas, y declaró su gratitud por el homenaje "desde mi equívoca profesión de escritor".

Hace unos días, en la comisión académica en la que ambos figuran, se llegó a la discusión de novedades sobre el término Generación. Contó De la Concha que Ayala, que mantiene su buen humor bien afilado, comentó: "Ahora, como he llegado a los 98, dicen que soy como una generación".

De la Concha dijo, explicando el trayecto y la trascendencia de la obra y la vida de Ayala, que, en efecto, el autor de El jardín de las delicias es una generación y representa en España "la lucidez intelectual y el temple moral" de aquellos que en 1939 debieron tomar el viaje del exilio.

Desde su posición de director de la Academia, De la Concha subrayó como "un mérito capital" de Francisco Ayala el haber sido "uno de los intelectuales españoles que más ha hecho por los pueblos que hablan español". Y desde el punto de vista civil, el director de la RAE expresó su reconocimiento a Francisco Ayala como un hombre que ha buscado no sólo las palabras concordes "sino concordadoras". Y su palabra sigue abierta, "abriendo y ensanchando espacios siempre nuevos en la ciudad de las palabras".

Antes de que Ayala agradeciera el homenaje, que fue presentado por el director general del Círculo, Fernando Carro, que le entregó un tríptico obra del pintor José Hernández, fue exhibida parte de una película producida por Canal Sur en la que el propio Ayala recorre su vida, desde la juventud a la madurez, pasando por sus relaciones literarias principales -Lorca, Ortega, Borges, Cortázar- y deteniéndose en la herida inacabable de la Guerra Civil.

En sus palabras finales, Ayala elaboró su propia definición de literatura, a partir de los comentarios publicados en Suiza y en Alemania a propósito de la reciente traducción al alemán de su obra La cabeza del cordero. En el "inabarcable territorio de lo escrito", para Ayala literatura es aquello que sirve para conmover o divertir a los lectores.

El auditorio -en el que había numerosos académicos y escritores- se conmovió y divirtió con él. Ayala habló de su "ya muy dilatada vida" y consideró el homenaje "una recompensa inestimable para esta equívoca profesión mía de escritor".

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