El embajador de Venezuela ante la ONU dimite con críticas a Chávez
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha logrado capear el temporal de una semana de disturbios a la que se sumaba para ayer una gran marcha de toda la oposición, finalmente aplazada para mañana por la Coordinadora Democrática. Cuatro días de intensas manifestaciones en Caracas y otras ciudades -convocadas con motivo del escrutinio de las firmas que reclaman un referéndum para revocar el mandato del presidente- dejaron al menos siete muertos, más de mil heridos y más de 300 detenidos.
Pero ahora Chávez deberá enfrentar una tormenta política y diplomática: la renuncia de su embajador ante Naciones Unidas, Milos Alcalay, quien alega que no puede asumir las violaciones de los derechos humanos que, a su juicio, ha cometido el Gobierno venezolano en la represión de las manifestaciones.