Dos documentales recuperan el horror de la dictadura argentina
Se estrenan en Buenos Aires 'El Nüremberg argentino' y 'Operación Algeciras'
El periodo más negro de la historia contemporánea argentina es el telón de fondo de dos documentales que se acaban de estrenar en el circuito comercial de Buenos Aires. Ayer fue el turno de El Nüremberg argentino, coproducción hispano-argentina dirigida por Miguel Rodríguez Arias, un repaso a los siete meses y medio que duró el juicio a las juntas militares de la dictadura. Hace una semana se estrenó Operación Algeciras, del español Jesús Mora, que se adentra en un episodio tan desconocido como apasionante en la recta final de la guerra de las Malvinas. Ocho salas de la capital argentina proyectan las dos obras, que mantienen viva la memoria de un pasado bochornoso.
En aquella época, la televisión sólo pasaba fragmentos cortos sin audio del juicio porque el primer Gobierno democrático que presidía Raúl Alfonsín temía la reacción de los militares, que aún se sentían con fuerzas de lanzar andanadas golpistas. La copia original de las 530 horas grabadas está en la Cámara Federal, pero los jueces tomaron la precaución de hacer una copia de aquel material histórico, que está a buen recaudo en el Parlamento de Noruega. Rodríguez Arias eligió testimonios en el juicio hasta reunir 10 horas. El más desgarrador, con el que empieza la película, es de Adriana Calvo, que narra cómo dio a luz dentro de un patrullero, con los ojos vendados y las manos atadas, entre las risas de los secuestradores. Supervivientes, jueces, el fiscal Julio César Strassera, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carloto, hablan de la importancia de aquel juicio, que en opinión de uno de los jueces "habría cambiado la historia argentina si se hubiera televisado".
Bajo el nombre de Operación Algeciras se ocultaba un atentado contra la base británica de Gibraltar, planificado por el alto mando de la Marina argentina con la colaboración de miembros de la organización guerrillera peronista Montoneros. El objetivo era dar un golpe de efecto cuando era inminente la derrota argentina en la guerra de las Malvinas. El comando estaba integrado, entre otros, por un militante montonero, otro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y un enlace militar con la Marina. En la Embajada argentina en Madrid, el contacto era el agregado militar. La fuerza del documental reside en el extenso relato de dos de los protagonistas principales: Máximo Nicoletti, buzo táctico y hombre de acción de Montoneros, y el almirante Jorge Isaac Anaya, representante de la Marina en la Junta Militar que presidía el general Leopoldo Galtieri, responsable de la declaración de guerra contra el Reino Unido. Es la primera vez que Anaya habla y que un mando de la Junta reconoce que hubo colaboración con los Montoneros, asegura su director, Jesús Mora.
La operación se frustró en el último momento, cuando todo estaba dispuesto para volar la fragata Ariadna con tres minas lapa subacuáticas. La fecha elegida era el 31 de mayo de 1982. Aunque el historiador y experto en los servicios secretos británicos Nigel West sostiene en la película que la Embajada en Madrid descubrió el plan, del que dio oportuna información al servicio de inteligencia español, el documental sostiene que la operación fue desbaratada por la Guardia Civil más por azar que por información precisa.
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