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Las tabacaleras se niegan a dar la lista entera de los aditivos de los cigarrillos

Una directiva comunitaria obliga a la industria a revelar la dosis de cada compuesto

Gabriela Cañas

La industria tabacalera ha iniciado en Holanda un proceso judicial para evitar facilitar la lista y dosis de los aditivos que añaden a sus productos. Una directiva europea les obliga a darla, pero los fabricantes de cigarrillos la cumplen sólo a medias, y se niega a especificar las dosis exactas de los productos saborizantes para evitar el plagio de sus competidores. Algunos de estos ingredientes (hasta 600, según estudios estadounidenses) potencian el poder adictivo del tabaco. La Comisión Europea observa con interés el proceso judicial para tomar una decisión.

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La directiva europea, que ya está en vigor y trasladada a la legislación de los quince países de la UE (en España entró en vigor el 31 de enero), es la que obliga a etiquetar los paquetes con grandes advertencias sobre sus efectos nocivos, prohíbe los reclamos de "light" y "suave" y limita el contenido de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono en los cigarrillos. Esta misma norma es la que exige también facilitar a los gobiernos el listado completo de los centenares de ingredientes distintos que se utilizan para cada cigarrillo.

La voz de alarma la ha dado el Gobierno holandés, que se ha negado a dar por buena la información dada por la industria; una situación que ha llevado a la propia industria a recurrir a los tribunales para dirimir el asunto. Bélgica tampoco está conforme con lo que las tabacaleras les aporta y, según la Comisión Europea, "varios países europeos" que no quiere especificar por el momento, han manifestado sus dificultades para obtener la información requerida.

"En realidad, sólo tenemos problemas con Bélgica y Holanda", aseguró sin embargo el responsable de la oficina de British American Tobacco (BAT) ante la Unión Europea, Bas Tonnaer. "Los otros trece países han dado por buena la información".

España, desde 2002

En España, un portavoz de la Asociación Empresarial del Tabaco, que agrupa al 99,5% de los productores, afirmó ayer que "a la vista de la directiva europea, que es de 2001, la industria empezó a trasladar a las autoridades los componentes de los cigarrillos ya en 2002", informa Emilio de Benito. Este periódico no consiguió ayer la confirmación del Ministerio de Sanidad acerca de si recibía toda la información especificada en la directiva, incluidas las cantidades de cada aditivo.

La Comisión Europea observa con preocupación este asunto. De momento, la pelota está en el tejado de los gobiernos, pero a lo largo de este año Bruselas debe recopilar la información de los Quince y hacer un balance sobre la aplicación de la directiva, que fue aprobada en 2001 y que quizá es la más importante en la guerra en Europa contra el tabaquismo.

A finales de los años noventa, fue una conmoción en Estados Unidos conocer a través de la publicación de documentos confidenciales que la industria usaba más de 600 ingredientes, muchos de ellos tóxicos y algunos con el único fin de potenciar su poder adictivo.

Entre ellos estaba el amoniaco, una sustancia que la Junta de Andalucía ha pedido a Bruselas que prohíba porque no da sabor y sin embargo es posible que sirva para aumentar la absorción de nicotina por cada bocanada. Entre los otros inesperados componentes están el chocolate, la urea, el vinagre, la miel, el café o la nuez moscada o el formaldehído.

"Nosotros no tenemos ningún problema en ofrecer la lista completa de los productos, pero pedir las dosis es como exigirle a Coca-Cola que publique su fórmula mágica", explicó otra fuente de BAT. "Como industria tenemos derecho a estar protegidos por la Directiva de Propiedad Intelectual".

El contencioso entre la industria y el Gobierno holandés está en manos de los tribunales. La industria busca una clarificación, y también demostrar que los legisladores europeos ni saben de este negocio ni tienen en cuenta los perjuicios para el sector. Sólo BAT, propietaria de marcas como Lucky Strike, Pall Mall o Dunhill, emplea a 26.599 personas en Europa y tiene un volumen de negocios de 347.000 millones de euros. En 2003 obtuvo un beneficio de explotación de 815 millones.

Fuentes oficiales holandesas afirmaron que la Comisión Europea espera la resolución de los jueces para decidir si la industria está cumpliendo adecuadamente la directiva o no. "El problema es que no hablan con nosotros", se queja BAT. "A nosotros también nos preocupa la toxicidad de nuestros productos y queremos tener consumidores informados. Pero ¿cómo dar una información tan crucial para nuestro negocio sin saber qué uso se va a hacer de ella?".

Marcas y tipos

El artículo 6.1 de la directiva dice: "Los Estados miembros reclamarán de todos los fabricantes e importadores de productos del tabaco la lista completa de todos los ingredientes del tabaco, así como las cantidades de dichos productos del tabaco, especificados por marcas y tipos individuales".

La industria ha conseguido hasta el momento importantes victorias legales en la Unión Europea. Logró la anulación de la primera directiva contra la publicidad del tabaco, ahora sustituida por otra similar, pero fracasó con esta segunda directiva sobre la fabricación, presentación y venta del tabaco. El recurso contra esta norma, suscrito por BAT y por Imperial Tobacco Limited, se centró en la prohibición de los reclamos de "light" y "suave", pero el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que tal prohibición era proporcionada y sujeta a derecho.

Fumador de cigarrillos.
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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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