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El ex jefe de espías cree que Blair hizo una presentación engañosa sobre Irak

Las protestas contra la guerra obligan a desalojar al público de la galería de los Comunes

Brian Jones, el hombre que cuestionó durante la investigación del juez lord Hutton que Irak pudiera lanzar un ataque químico o biológico en 45 minutos, afirmó ayer que el informe que contenía ese dato, publicado en septiembre de 2002, daba "una idea engañosa sobre las capacidades de Irak". En un artículo publicado en el diario The Independent escribe que Irak llevaba más de diez años sin ensayar sus arsenales químicos y bacteriológicos, y que dejó constancia escrita de sus discrepancias porque "era bastante posible que no se encontraran armas de destrucción masiva".

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Aunque muchas de sus posiciones se conocieron durante las investigaciones de lord Hutton, en su artículo de ayer reabre la polémica sobre hasta qué punto las decisiones de la cúpula de la inteligencia británica se han visto influidas por la presión política, no para introducir datos falsos, cuanto para dar por buena cualquier información que tendiera a confirmar que el régimen de Sadam Husein era un peligro inmediato.

Según las explicaciones de Jones -que en otoño de 2002 era jefe de la rama científica y técnica del Personal de Inteligencia de Defensa (DIS) y ahora está jubilado-, sus superiores no hicieron caso de las reticencias de otro colega y de él mismo a dar por cierto el dato de los 45 minutos con el argumento de que habían visto otros datos que lo confirmaban, aportados directamente por el MI6, los servicios secretos británicos en el exterior, que no podían mostrarles.

Jones pone ahora en duda que sus superiores tuvieran entonces acceso a esos datos, e incluso parece dudar de que exista ese dato en sí mismo al puntualizar que "los acontecimientos han demostrado que en el DIS teníamos razón al pedir prudencia; creo que éste puede ser un buen momento para abrir la caja y sacar los datos de inteligencia que jugaron un papel tan importante al formular una parte clave del informe".

"Desde mi punto de vista", escribe, "no se tuvo en cuenta a los expertos de inteligencia del DIS en la preparación del informe de septiembre de 2002, con el resultado de una presentación engañosa sobre las capacidades de Irak". Y, aunque no lo denuncia directamente, insinúa que eso se debió a un análisis más político que profesional de la inteligencia sobre Irak.

Tony Blair se sacudió de encima las denuncias de Jones afirmando en los Comunes que ni el Comité Conjunto de Inteligencia ni él tuvieron constancia de las dudas planteadas por Jones y su gente. El primer ministro hizo estas declaraciones en el debate sobre el informe Hutton. Aunque hace una semana parecía que esa discusión iba a pasar a la historia, la rotundidad con la que Hutton se pronunció a favor del Gobierno y contra la BBC lo transformó en una aburrida exposición de posiciones conocidas. Lo único que pasará a la pequeña historia fue la decisión del speaker (presidente) de desalojar la tribuna del público, porque una media docena de invitados intentaron reventar la intervención inicial de Blair con gritos de "no más encubrimientos". Fue la primera vez que eso ocurría desde 1987.

El primer ministro británico, Tony Blair, ayer en el debate de la Cámara de los Comunes.

/ EFE
El primer ministro británico, Tony Blair, ayer en el debate de la Cámara de los Comunes. / EFE

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