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Los periodistas de la BBC defienden su independencia frente a los ataques del juez Hutton

Miles de trabajadores de la cadena pública británica se manifiestan en la calle y tachan de "parcial" el informe del 'caso Kelly'

Las fuertes críticas vertidas por el juez Brian Hutton contra la BBC en su informe sobre la muerte del científico David Kelly, la fuente de la que se valió la cadena pública británica para acusar al Gobierno de Tony Blair de exagerar la amenaza iraquí, han desatado la indignación de sus periodistas. La cadena de dimisiones, que arrancó con el presidente de la Corporación, Gavyn Davies, que abandonó su cargo nada más conocerse el informe y continuó con el director general de la cadena Greg Dyke y con Andrew Gilligan, el periodista autor de la noticia que desató la tormenta política, no ha impedido que los trabajadores de la BBC salgan a la calle para defender la independencia informativa en su trabajo.

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Cientos de ellos se han manifiestado a las puertas de los estudios de la BBC en Londres y en otras ciudades británicas, convocados por el Sindicato Nacional de Periodistas (NJU) y el sindicato de la BBC, BECTU. Una de las mayores protestas se ha producido ante la sede de la cadena en el oeste de la capital británica, donde unos 200 periodistas y técnicos han desplegado pancartas en las que se podía leer Las manos fuera de la BBC. En el transcurso de su protesta, los trabajadores también han expresado su apoyo a Dyke.

En su informe, el magistrado exoneró por completo al Gobierno y criticó duramente a la BBC. Según el juez, las acusaciones de la emisora de que el Gobierno laborista exageró la amenaza iraquí para justificar la guerra de Irak fueron "infundadas".

En los estudios de Newcastle, en el noreste de Inglaterra, el representante del NUJ en esta zona, Brid Fitzpatrick, ha dicho que entre cincuenta y sesenta personas han tomado parte en la demostración con pancartas que decían: Las manos fuera de la BBC y Hay que mantener a la BBC libre de interferencia política. "Estamos protestando contra lo que vemos como un ataque a la independencia editorial de la BBC", ha dicho Fitzpatrick. "Creemos que el informe Hutton fue parcial. Por supuesto que la BBC cometió errores, pero no fue la única. Con la salida de Greg Dyke, hemos perdido a una poderoso defensor del servicio público de difusión", ha subrayado.

Un periodismo "justo, riguroso e imparcial"

Para Carol Malia, presentadora de informativos de la cadena pública, la BBC siempre ha hecho un periodismo "justo, riguroso e imparcial". En los estudios de Manchester, la escena ha sido similar, con pancartas que decían "las manos fuera de la BBC". "Esta es una protesta de los empleados que creen que el Gobierno no debería interferir en la independencia de la cadena y los directores tampoco tendría que permitir que eso pase", ha dicho Miles Barter, representante del NJU en el norte de Inglaterra.

El secretario general del NUJ, Jeremy Dear, ha dicho que el informe Hutton supone una "amenaza real y grave para el periodismo. "Eso significará inevitablemente que los periodistas afrontan una mayor presión para revelar sus fuentes y hará que éstas se lo piensen dos veces antes de hablar". En los estudios de Glasgow (Escocia), otros 70 periodistas han salido a la calle a protestar. El representante del sindicato BECTU en Escocia, Paul McManus, ha dicho que los trabajadores quieren dejar claro que no permitirán que se trate de debilitar a la cadena británica.

Sobre las críticas contra la BBC, el diario The Independent informa hoy de que los abogados de la corporación hicieron saber a su junta de gobernadores que el informe Hutton contenía algunos errores legales, sin embargo la cadena no se defendió y ofreció una disculpa incondicional al Gobierno por la polémica noticia. Según los asesores legales, el magistrado no tuvo en cuenta la libertad de expresión contemplada en la Convención Europea de Derechos Humanos.

Un empleado de la BBC, a las puertas de la sede de la cadena en Londres con un cartel en el que se lee: "No a la interferencia política".
Un empleado de la BBC, a las puertas de la sede de la cadena en Londres con un cartel en el que se lee: "No a la interferencia política".AP

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