América Latina avanza hacia la unión comercial y refuerza su voz frente a EE UU
Brasil impulsa un compromiso entre Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones
Todos contentos. Así podría resumirse la cumbre en Montevideo del Mercosur, la unión aduanera creada por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay en 1991, y que ha enviado una clara señal al sentar las bases para la formación de un gran bloque comercial con el objetivo de negociar mejor con EE UU y la UE. Varios de los asistentes, Brasil al frente, calificaron a la cumbre de histórica, al referirse al acuerdo entre los bloques regionales -Mercosur y Comunidad Andina de Naciones (CAN)-, y que, en su opinión, fortalecerá al hemisferio en el camino hacia la integración.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que preparó con esmero la reunión para confirmar su liderazgo continental, subrayó que el Mercosur saldrá favorecido tras el acuerdo con los países andinos, económica y políticamente, porque amplía el horizonte de la negociación sobre el Área de Libre Comercio de las Américas, que patrocina el Gobierno de Estados Unidos.
En este sentido, la cumbre del Mercosur contó por primera vez con la presencia de invitados especiales de países y bloques ajenos a América Latina. Pascal Lamy, comisario de Comercio de la UE; Ígor Ivanov, ministro de Exteriores de Rusia, y Fernando Dias dos Santos, primer ministro de Angola, no sólo aportaron mayor relieve al cónclave sino que respaldaron la voluntad del bloque suramericano de diversificar su relaciones comerciales a través de acuerdos con la Europa comunitaria y extracomunitaria y la Unión Africana.
La cumbre aprobó el ingreso de Perú como Estado asociado del Mercosur, condición que ya tienen Chile y Bolivia, y firmó un acuerdo de complementación económica con Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela (CAN), que coloca bajo un mismo paraguas a 10 de las 13 naciones de América del Sur. El acuerdo, estiman los firmantes, representa un paso importante hacia la creación de una zona de libre comercio en un espacio de 340 millones de consumidores y de cerca de un billón de dólares de PIB. El poder de este bloque debería reflejarse a la hora de aunar criterios en las negociaciones con las potencias comerciales.
"Esto es un hecho notable que cambia toda la geografía económica y comercial de la región", dijo el ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim. Brasil puso toda la carne en el asador para que la XXV reunión semestral del Mercosur pudiera presentarse como un éxito y como un contrapeso al fracaso de la última cumbre de la Organización Mundial de Comercio celebrada en Cancún. Después de largas negociaciones, han quedado atrás las diferencias comerciales que separaban al Mercosur y la CAN, que los técnicos no habían logrado superar, y se ha alcanzado un acuerdo en más del 90% de los capítulos que permitirán integrar comercialmente a los dos bloques del continente.
Fondo de compensación
La cumbre también ha reconocido, y de ahí la satisfacción de los países miembros de menor peso específico, las asimetrías o desproporciones entre los dos socios mayores (Brasil y Argentina) en relación a Paraguay y Uruguay. Se ha creado un Fondo de Compensación para las economías más débiles, siguiendo la experiencia de la UE. Los presidentes extendieron hasta 2010 las excepciones del Arancel Externo Común, vital para Uruguay.
El presidente boliviano, Carlos Mesa, aludió a la preocupación de los países más pequeños de "cómo generar integración entre naciones tan desiguales en su tamaño, en su PIB", y recordó que América Latina ha ensayado "la idea de los tratamientos diferenciales, que no han generado los resultados esperados".
El ex presidente argentino Eduardo Duhalde asumió como presidente de la nueva Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, cuya designación tiene mucho que ver con el respaldo que recibió de los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y de Argentina, Néstor Kirchner. Estos dos gobernantes acapararon la mayor atención en Montevideo, donde fueron agasajados por los sectores de izquierda y vituperados por el oficialismo. Ni Lula ni Kirchner mantuvieron una reunión con su homólogo uruguayo, Jorge Batlle, pero sí se citaron con Tabaré Vázquez, candidato presidencial del Frente Amplio (izquierda), a quien todas las encuestas dan como favorito para las elecciones del año próximo.
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