La cultura catalana protagonizará la Feria de Guadalajara en 2004

Ayer se cerró la XVII edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, con Quebec como protagonista, con la presentación de la cultura catalana como próxima invitada de honor. Las cifras han vuelto a ser buenas: más de 400.000 visitantes, la presencia de 1.489 editoriales de 38 países y una actividad frenética. Dentro de un año llegarán nuevos rostros, nuevas actividades y nuevas propuestas para dar lustre a la presencia editorial y académica catalana.

En la presentación de la cultura catalana como invitada de honor de la próxima Feria de Guadalajara intervinieron ayer el consejero de Cultura de la Generalitat, Jordi Vilajoana; el rector de la Universidad de Guadalajara, José Trinidad Padilla; Hélène Latouche, en representación del Gobierno de Quebec, y Joan Maria Pujals, director del Instituto Ramon Llull, responsable de la iniciativa y de poner en marcha el programa de actividades del próximo año en la ciudad mexicana. Este último se refirió en su discurso a Prim, que fue el primer catalán en ocupar la presidencia del Gobierno español. Destacó entonces por su hábil política diplomática con México, interviniendo en 1861 en un decisivo conflicto con el presidente Benito Juárez.

Ésa era la idea: que la relación entre ambas culturas viene de lejos y que se acentuó, sobre todo, al terminar la Guerra Civil cuando miles de exiliados catalanes encontraron en México un nuevo hogar. "Cataluña debe afianzar su presencia en los países iberoamericanos", comentaba Pujals en una conversación informal el sábado. "Hay con ellos una cercanía espiritual muy grande que debe ser cada vez más sólida, y Guadalajara es un buen puente para una relación que debe ser permanente, duradera", añadía el director del Ramon Llull.

"Esta iniciativa no se toma al margen de nadie y mucho menos en contra", dijo Pujals. Y añadió que Cultura catalana no quiere decir sólo Cataluña: están también Valencia, las islas Baleares, un trozo de Cerdeña, otro de Andorra, una zona de Francia..., allí donde se habla catalán. Pero tampoco se limita a los catalanohablantes. De la cultura catalana forman también parte los catalanes que escriben (o hacen su obra) en cualquier otra lengua.

Àlex Susanna, director del área de cultura del Instituto Ramon Llull y el mayor artífice de este proyecto, va más lejos: "La posibilidad de proyectar la cultura catalana en Iberoamérica puede servir también para llegar por otro camino al público español. Y romper con una dinámica empobrecedora que se alimenta, por el lado español, de reticencias y suspicacias, y por el catalán, de una falta de decisión para difundir allí nuestra cultura". Susanna habla, en ese sentido, de potenciar en la Feria de Guadalajara el diálogo a tres bandas, y reunir en torno a algún tema al catalán que escribe en catalán, al catalán que lo hace en español y al mexicano que conoce Cataluña. "Queremos hacer un acto de homenaje a Pere Calders, por ejemplo, y en él nos gustaría que intervinieran Quim Monzó, Enrique Vila-Matas y Sergio Pitol (o Juan Villoro, todo está por atar)", anunció.

Entre los proyectos para la Feria, Àlex Susanna se refirió también a un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán, otro a Ramón Xirau (el poeta y ensayista catalán que vivió en México desde niño y que siguió cultivando su lengua), otro acto en torno a Barcelona como escenario literario, además de otras propuestas. La voluntad es la de traer a México a escritores que escriban tanto en catalán como en español. "Pero además del literario, hay otros dos ejes que alimentan la próxima presencia catalana en Guadalajara, el artístico y el académico". Y aunque no todo esté atado, se ha pensado en una gran exposición (tal vez una colectiva de clásicos del siglo XX, con Dalí, Miró, Tàpies, Barceló...), en dos muestras fotográficas, en montajes de piezas teatrales de autores catalanes por compañías mexicanas, y, para los conciertos, que son la parte más espectacular de la presencia del invitado de honor, se intentará contar con Joan Manuel Serrat, Lluís Llach o Maria del Mar Bonet, pero también habrá sitio para una "noche Sónar" o para la Barcelona de la música mestiza (Dusminguet, Ojos de Brujo...).