Cinismo y dervergüenza del PP
El Partido Popular se ha opuesto sistemáticamente a la utilización de células madre embrionarias con fines científicos o terapéuticos en España. En varias ocasiones votaron en contra de iniciativas presentadas en el Congreso de los Diputados por el PSOE. Hicieron oídos sordos a dos informes de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, 1998 y 2000, ocultado hasta noviembre de 2001, que proponían que la obtención e investigación con células madre a partir de los embriones sobrantes era el destino final alternativo a su descongelación o destrucción. Tampoco atendieron lo que pedían más de millón y medio de firmas recogidas por las asociaciones de diabéticos españoles en el mismo sentido. Mientras, Bernat Soria tuvo que emigrar de la Universidad de Elche a Singapur para poder continuar sus estudios sobre diabetes que despertaban enormes expectativas en la comunidad científica mundial.
Cuando en marzo de 2003 el grupo socialista presentó en el Parlamento andaluz una Proposición de Ley para, a partir de una lectura positiva de la vigente legislación española, dar luz verde a la utilización de miles de embriones sobrantes que hay en nuestras unidades de fecundación, los diputados PP lo consideraron una insolencia. La derecha cutre y casposa que tenemos que soportar en nuestra tierra, con el desprecio habitual (¡investigar en Andalucía!) siguió la estela de la derecha española de siempre (¡que inventen ellos!). En el trámite parlamentario de esta iniciativa, las entidades invitadas por el PP llegaron al insulto. Instituto para la Consulta y Especialización Bioética: "¿qué intereses tienen ustedes detrás de esto?; ¿porqué manipulan a la opinión pública?; ¿qué ocultan a los pacientes?; ¡hacen burdo populismo!", nos dijeron. Asociación Española de Bioética, arrogante ante los diputados ponentes de la Ley: "es una Ley inoportuna, científicamente anticuada; las células madre no aportan nada nuevo". Plataforma Hay Alternativas: "ante el encarnizamiento terapéutico que supone mantener en estado de congelación a esos embriones, practiquen por humanidad un procedimiento similar a la eutanasia pasiva: déjenlos descongelar, será una muerte digna". Se opusieron a este derecho en el caso de pacientes en situación terminal. Insolencia, insulto, desprecio, cinismo, esto aportaron las entidades invitadas por el PP al Parlamento andaluz sobre nuestra pretensión de posibilitar el uso legal de células madre embrionarias a partir de embriones sobrantes para su aplicación en medicina regenerativa en la diabetes, el Parkinson, el Alzheimer, etcétera.
La Ley andaluza de octubre de 2003 recoge el sentir de millones de ciudadanos, de muchos informes favorables y de toda una opinión pública que no entiende la postura rancia y caduca del PP. Fuimos sensibles a lo dicho por el Comité Consultivo francés: "esta investigación representa una obligación moral y de solidaridad con las generaciones futuras, para las que debemos ir preparando un mundo donde haya menos sufrimiento". El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz -que afirmó en EL PAÍS que en política "hay que mentir poco"- en este como en otros asuntos, miente a sabiendas con el cinismo y la desvergüenza de un discípulo aventajado de Arenas Bocanegra.
Después, para lavarse un poco la cara y a regañadientes, subiéndose tarde y mal al tren del progreso como siempre hizo la derecha; presionados desde todos los ángulos y puestos en evidencia por la iniciativa del gobierno andaluz y de su Parlamento, han aceptado finalmente modificar un poco en las Cortes la Ley de Reproducción Humana Asistida, convirtiéndola en una Ley de punto final: sólo se podrá investigar con los embriones que sobran ahora, ni hablar de plantear un uso sistemático de los que vayan a sobrar en el futuro, o de la donación directa para fines científicos. "Más y mejor" centralismo. ¡Qué nos habíamos creído! No importa que Bernat Soria traslade a su equipo a un laboratorio andaluz y abandone su destierro científico en Singapur. No importa que el equipo sevillano de López Barneo esté ya trabajando en Medicina regenerativa neurológica. No importa que la Fundación Americana de la Diabetes Juvenil vaya a donar cuatro millones de dólares a los laboratorios andaluces para facilitarles su tarea. No importa que la General de Granada esté dispuesta a financiar la instalación del Banco de Células madre en el Campus de Ciencias de la Salud de Granada. Eso sí "Más y Mejor" localismo y "más y mejor" división de Andalucía, como en el Referéndum del 28 F: Para los políticos del PP sería una afrenta que el banco se instalara en Sevilla, pero no que se instale en Madrid. ¿Qué tiene que decir ante esto, señor Sanz? ¿No estaban ustedes "centrados en Andalucía" o se les olvidó ya ese eslogan?
En esta cuestión trascendental, los sectores más integristas y reaccionarios del Opus Dei, de los Legionarios de Cristo, muy bien representados en Moncloa y el consejo de Ministros, siguen marcando la pauta en el PP. Lo cierto es que Ustedes están ahora ante una encrucijada. Si lo que siempre ha querido el gobierno andaluz y la mayoría del Parlamento de Andalucía -hacer posible la investigación con células madre con fines científicos y terapéuticos-, coincide ahora con lo aprobado en el Congreso de los Diputados por el cambio de actitud del gobierno de España, ¿qué problema habría para que las iniciativas ya puestas en marcha en Andalucía, laboratorios, banco de células, prestigiosos equipos científicos, presupuestos, reciban ahora la protección de ambas administraciones? ¿Qué problema tiene con que los laboratorios, los bancos de células, las instalaciones ya programadas en Andalucía puedan ejercer como lo que naturalmente son también, laboratorios, bancos e instalaciones españolas? ¿O es que España termina en Despeñaperros y Andalucía es territorio comanche simplemente porque la derecha ha perdido las últimas 21 elecciones celebradas en nuestra tierra, señor Sanz?
José Caballos Mojeda es portavoz del Grupo Socialista del Parlamento de Andalucía.
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