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Una exposición recupera a las americanas de la vanguardia intelectual

Barbara Probst Solomon reivindica el papel de estas mujeres en 'America meets modernism'

Margareth Anderson, Marianne Moore, Victoria Ocampo, Dorothy Miller; nombres prácticamente desconocidos que, sin embargo, tuvieron una influencia crucial en el mundo de las artes y de las letras estadounidenses en la primera mitad del siglo XX. Nombres de mujeres de vanguardia que crearon revistas, fundaron museos y dieron a conocer autores como James Joyce, John Dos Passos o García Lorca. Una exposición y un libro de artículos, America meets modernism, editado por la escritora y ensayista estadounidense Barbara Probst Solomon, las ha rescatado del olvido.

Poca gente sabe que el MOMA, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, una de las instituciones culturales más prestigiosas del mundo, le debe sus primeras colecciones a una mujer, Dorothy Miller, una comisaria brillante que durante 35 años se dedicó a descubrir nuevos talentos. En 1959, Miller organizó Sixteen Americans, una exposición con obras de 16 jóvenes promesas que el entonces crítico de arte de The New York Times John Canaday calificó de "digna de olvido". Entre aquellos pintores desconocidos estaban Jasper Johns, Robert Rauschenberg y Ellsworth Kelly, figuras que iban a transformar el panorama artístico estadounidense.

Miller falleció el pasado julio a la edad de 99 años. En su pequeño apartamento del Village, que no tenía ni portero, ni alarma, ni seguro, dejó una colección privada valorada en unos siete millones de dólares que Christie's subastó hace unos días. Como Miller, muchas otras mujeres escritoras, poetisas y periodistas ayudaron a promover los autores de vanguardia en EE UU. Lo hicieron a través de las llamadas "pequeñas revistas" (Little magazines), publicaciones literarias como The Little Review, Dial, Sur o Twice a Year, que fueron las primeras en dar a conocer las obras de Ezra Pound, James Joyce, T. S. Eliot, Man Ray, E. E.Cummings, John Dos Passos, Sigmund Freud, Ernest Hemingway, D. H. Lawrence o García Lorca.

Pese a su impacto entre los intelectuales estadounidenses, estas revistas y sus protagonistas fueron cayendo en el olvido tras la Segunda Guerra Mundial. "Sus logros son un capítulo perdido de la historia literaria estadounidense. Trajeron a esta orilla del Atlántico el cubismo, el futurismo, el surrealismo, las teorías de Sigmund Freud, el feminismo y la liberación sexual", comenta Barbara Probst Solomon, principal impulsora de la exposición y el libro America meets modernism.

"Creo que el feminismo de los años setenta tuvo algo de culpa. Adoptó un concepto victimista de la mujer y decidió concentrarse en la idea del suicidio tomando como modelos a Virginia Woolf, Sylvia Plath o Zelda Fitzgerald".

Las editoras de los Little magazines "tenían procedencias muy diversas, eran muy poco convencionales, muy valientes, y vivieron sus vidas sin importarles lo que pensaba la sociedad", subraya Solomon. Margareth Anderson, fundadora de The Little Review, tuvo que enfrentarse a la censura e incluso a la quema de algunos ejemplares por publicar unos extractos del Ulysses de James Joice. Con su pareja, Jane Heap, llevó finalmente la publicación a París tras una breve etapa en Nueva York.

Victoria Ocampo, aristócrata bonaerense, amiga de Ortega y Gasset y Borges, fundó la revista Sur en 1931. Sur consiguió sobrevivir durante casi 40 años, hasta la muerte de su fundadora en 1979, y difundió la literatura europea contemporánea. Reunió a un grupo selecto de escritores y críticos, como Waldo Frank, Albert Camus, Ernesto Sábato, Eduardo Mallea, José Bianco, Adolfo Bioy Casares y Octavio Paz.

No fue sin dificultades. En 1953, Ocampo, a la edad de 62 años, pasó 26 días en las cárceles de Juan Domingo Perón acusada de actividades subversivas. Ocampo era un personaje singular. Borges solía definirla como "la mujer más argentina" que había conocido.

En los años treinta, Dorothy Norman descubrió su pasión por el arte de vanguardia al conocer a su amante, el fotógrafo estadounidense Alfred Stieglitz, entonces marido de la artista Georgia O'Keefe. Norman empezó a escribir y fotografiar y en 1938 fundó Twice a Year, que se publicó durante una década. Era una revista política y socialmente más activa que sus predecesoras, y entregó sus páginas a Henry Miller, Thomas Mann y André Gide.

La exposición America meet modernism se inauguró el pasado miércoles en el Sarah Lawrence College, se presentará la próxima primavera en el Instituto Cervantes de Nueva York y viajará más tarde a la Universidad de Wisconsin. Incluye unas cuarenta fotografías de las principales protagonistas del movimiento literario de los Little Magazines, tomadas por Man Ray y Alfred Stieglitz, algunos ejemplares orginales de las publicaciones y cinco cortos realizados, entre otros, por el cineasta francés Jean Vigo."Los Little Magazines conservaron su influencia hasta los años sesenta. Hasta entonces, la literatura se había considerado como un asunto esencialmente femenino, secundario", dice Solomon. "Los hombres se dedicaban a construir ferrocarriles, no a promover la cultura. Pero cuando los libros empezaron a convertirse en negocio tomaron las riendas y apartaron a las mujeres".

Norman Mailer, John Silber y Barbara Probst Solomon, en 1961.
Norman Mailer, John Silber y Barbara Probst Solomon, en 1961.
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