La ONU condena las sanciones contra La Habana
Por duodécima vez consecutiva, la Asamblea General de la ONU pidió el final del embargo estadounidense contra Cuba, en una resolución que se aprobó por una aplastante mayoría -179 votos a favor- y con la tradicional oposición de Estados Unidos, Israel y las Islas Marshall. Es un casi un rito. Cada año, la Asamblea General vota en contra del embargo. En esta ocasión sólo dos países se abstuvieron: Marruecos y Micronesia. España, con el resto de los miembros de la UE, se unió a la mayoría.
En un enardecido discurso, el ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, manifestó que "el bloqueo contra Cuba es considerado, según la Convención de Ginebra de 1948, como un delito de genocidio (...) Sólo una minoría corrupta y ambiciosa, que no ha dudado en organizar y ejecutar acciones terroristas contra nuestro pueblo, está interesada en que se mantenga". Pérez Roque instó a EE UU a derogar la ley Helms-Burton y la ley Torricelli, que refuerzan el embargo.
El embajador estadounidense para el Consejo Económico y Social (ECOSOC), Sichan Siv, defendió la postura de Washington y criticó la "lamentable política económica comunista". Prueba de que la elección de Arnold Schwarzenegger en California ha influído hasta el vocabulario diplomático, Siv terminó su intervención asegurando que "el mejor día de Cuba será cuando los cubanos puedan oír la verdad, puedan gritar 'Viva Cuba libre' y se permitan despedir a Fidel Castro con un 'hasta la vista, baby". A lo que Pérez Roque contestó: "El pueblo de Cuba está diciendo 'Hasta la vista el bloqueo, hasta la vista al genocidio".
Cuba y EE UU no mantienen relaciones diplomáticas desde enero del 1961 y sólo tienen establecidas en sus respectivas capitales oficinas de intereses que fueron instaladas en 1977, durante el mandato del presidente Jimmy Carter.
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