La ONU legitima la ocupación de Irak

EE UU consiguió ayer una aplastante victoria en la ONU al obtener el apoyo unánime del Consejo de Seguridad a su resolución sobre Irak, un texto que legitima sus plenos poderes en la reconstrucción política y económica del país. Tras negociaciones de último minuto, Rusia, Alemania y Francia decidieron votar a favor, aunque aseguraron que no participarán, ni con dinero ni con tropas, en el esfuerzo de guerra. Washington ahora debe traducir su logro diplomático en contribuciones económicas y militares a una ocupación que ha sido reconocida internacionalmente. Desde Bruselas, los presidentes Chirac y Schröder confesaron que el apoyo a la resolución 1.511 es sólo un respaldo con matices.

La ONU tiene la rara habilidad de transformar en victoria diplomática los enfrentamientos más amargos y las rendiciones más obvias. Con la excusa de preservar la unidad del Consejo de Seguridad, los mismos países que a principios de este año se negaron a justificar la guerra entregaron ayer a EE UU el control de la paz.

El voto unánime de los 15 no dio, sin embargo, a Washington lo que más perseguía: tropas y dinero. El secretario de Estado, Colin Powell, reconoció que la resolución "tendrá una repercusión favorable". "Pero no creo que esta votación abra la puerta a más soldados", matizó. Ni tampoco a más contribuciones económicas.

Rusia, Francia y Alemania, que tras un tira y afloja de último minuto decidieron apoyar el texto a regañadientes, anunciaron que no aumentarían sus aportaciones financieras durante la Conferencia de Donantes que se celebrará en Madrid, la próxima semana, ni "considerarán ningún compromiso militar".

Jacques Chirac y Gerhard Schröder confesaron en Bruselas que el apoyo a la resolución norteamericana sobre Irak es sólo un respaldo con matices. Así se lo comunicaron el presidente francés y el canciller alemán a sus colegas europeos ayer en Bruselas.

Chirac y Schröder mantuvieron por la mañana con el presidente ruso, Vladímir Putin, una charla por videoconferencia para coordinar el voto que horas después iba a tener lugar en Nueva York. Para franceses y alemanes el texto no responde a los retos, aunque contiene elementos positivos como el de dar mayor protagonismo a la ONU.

"Es un primer paso en la buena dirección, y queremos creer que será seguido de otros que consideramos indispensables para responder mejor a las exigencias de la situación sobre el terreno. Hemos decidido votar por la resolución enmendada para privilegiar la unidad del Consejo de Seguridad", explicó el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin. "No va tan lejos como hubiéramos querido en lo que respecta a plazos más vinculantes y más próximos para la devolución de la soberanía. Pero hemos tenido en cuenta que existe una situación nueva, que hay una espiral de violencia, terrorismo e inseguridad y fragilidad en Oriente Próximo", agregó.

Quien sí se mostró muy entusiasta fue el presidente del Gobierno español, José María Aznar, que horas antes de que se produjera la votación de Nueva York dijo que esperaba que obtuviera un respaldo absoluto. "Eso supondrá una buena manifestación de apoyo al futuro de los iraquíes. Hay que recuperar a Irak y deseamos que cuanto antes pueda devolverse la soberanía al pueblo iraquí".

Tras la votación, que contó incluso con el voto favorable de Siria, EE UU, Reino Unido y España, que copatrocinaron la resolución junto a Camerún, calificaron la votación de "victoria para el pueblo iraquí, el Consejo de Seguridad y la ONU".

La resolución 1.511 otorga plenos poderes a EE UU en Irak y margina a la ONU a un papel secundario. Propone la creación de una fuerza internacional bajo mando estadounidense y pide al Consejo de Gobierno iraquí que antes del 15 de diciembre elabore un calendario aproximativo para su transición política. El traspaso progresivo de poderes no estará supeditado a fecha alguna y sólo se hará "cuando sea posible". EE UU se comprometerá a abandonar Irak cuando un Gobierno representativo tome el poder en Bagdad.

En los pasillos de la sede neoyorquina, algunos embajadores, al margen de las consignas de voto de sus capitales, no podían ocultar su asombro. "Éste es el suicidio del Consejo de Seguridad. Al reconocer que EE UU puede ocupar un país y además conseguir el respaldo de la comunidad internacional, la ONU se declara a sí misma irrelevante", aseguró un representante que prefirió conservar el anonimato. "Cuando los estadounidenses atacaron Vietnam violaron la legalidad internacional pero por lo menos no pidieron al Consejo que lo avalara".