El FMI sitúa a EE UU a la cabeza de la recuperación frente a la atonía europea
La previsión para España rebaja del 3,1% al 2,8% el crecimiento económico en 2004
El último informe sobre las perspectivas económicas mundiales hecho público ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en vísperas de su asamblea anual, mantiene la previsión de crecimiento de la economía mundial, avanzada en abril pasado, del 3,2% para 2003 y del 4,1 % para 2004, pero las fuerzas motrices de la actividad han cambiado: Europa conoce una fuerte desaceleración (0,5% de crecimiento en 2003 y 1,9% en 2004), mientras que Estados Unidos aumentará su producto interior bruto (PIB) un 2,6% en 2003 y un 3,9% en 2004 y Japón se expandirá un 2,0% y 1,4%, respectivamente. El informe mantiene para España su previsión de crecimiento del 2,2% para 2003, pero recorta en tres décimas la de 2004, del 3,1% al 2,8%, ambas por debajo de las aspiraciones del Gobierno de José María Aznar.
El economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, que presentó ayer por última vez las previsiones, a punto de reincorporarse, en el nuevo curso, a su actividad académica en la Universidad de Harvard, nunca ha ocultado su debilidad por las metáforas. Quizá ahora que regresa a los claustros se diera el lujo de ser un poco más atrevido. "Si ha sido malo que la economía mundial volara estos años con un solo motor, sería mucho peor si tuviera que aterrizar con un sola rueda", dijo ayer, al analizar las repercusiones que podría tener una fuerte caída del dólar si se eterniza el déficit de la cuenta corriente que luce la balanza de pagos de Estados Unidos, actualmente equivalente al 5% del PIB.
"Algún día esto tiene que cambiar y cuando ocurra habrá una fuerte caída en el valor del dólar. Ahora bien, cuando el dólar cae, la cuestión es quién carga con el coste del ajuste. Va a ser un serio problema con independencia de cómo va a ser distribuido, aunque cuanto más lentamente tenga lugar, mejor. Pero, claramente, si el euro tiene que asumir la parte del león en el ajuste del dólar, eso creará muchas más dificultades que si la eventualidad se reparte mejor; es decir, si todas las monedas asiáticas, no sólo China, también se aprecian significativamente contra el dólar", explicó Rogoff.
Según Rogoff, la recuperación de la economía mundial en curso resulta dependiente de Estados Unidos -como la fase expansiva anterior acabada en la recesión de 2001- cuya economía crecerá, según la previsión adelantada ayer, un 2,6% en 2003 y un 3,9% en 2004, cifras que mejoran los vaticinios de abril pasado (2,2% y 3,6%, respectivamente).
"Estados Unidos tiene la mejor recuperación que el dinero puede comprar", estima, muy pragmático, Rogoff. "Ha puesto en marcha un estímulo fiscal muy grande [recorte de impuestos] y registra un gigantesco déficit por cuenta corriente. Está endeudándose muchísimo para sostener esta fuerte recuperación. Aquí está la diferencia entre el crecimiento que vemos en Estados Unidos y en el área del euro. Pero esto supone un coste, el de hipotecar el crecimiento de medio y largo plazo", explica.
De acuerdo con el nuevo informe, el área del euro sigue desacelerándose. La economía de la moneda única, pues, crecerá apenas un 0,5% en 2003 (contra 1,1% previsto en abril pasado), mientras que en 2004 no superará el 1,9%, cuatro décimas menos si se compara con la previsión anterior. España, por ejemplo, mantendrá, según el estudio, un crecimiento del 2,2% en 2003, pero para 2004 prevé un 2,8%, tres décimas menos que el 3,1% previsto en abril pasado [la previsión del Gobierno español es un 2,3% y un 3%, respec-tivamente]. Las economías de Alemania, Francia e Italia sufren hachazos más significativos.
La metáfora también le sirve a Rogoff para analizar la situación europea. "De momento, la mayor parte de los europeos que quieran ver la recuperación económica tendrá que verla por la televisión. Pero si se cumplen nuestras previsiones, las cosas mejorarán gradualmente, pasando de un crecimiento del 0,5% este año al 1,9% en 2004", señala.
El informe del FMI apuesta por el sostenimiento de la recuperación japonesa, lo que ha llevado a corregir al alza las previsiones: 2% de crecimiento en 2003 y algo menos, un 1,4%, en 2004. "Todavía hay serios problemas con las empresas y los bancos, siendo muy elevado el endeudamiento gubernamental y fuertes las expectativas deflacionistas", advierte Rogoff.
En cambio, los altos ritmos de crecimiento siguen vigentes tanto para China como para India. La economía china crecerá un 7,5%, tanto en 2003 como en 2004. Los vaticinios de recuperación también alcanzan a América Latina (un 1,1% en 2003 y un 3,6% en 2004), pero el informe del FMI advierte que se basa en un crecimiento de las exportaciones, ya que la demanda interna sigue de capa caída.
La conclusión no puede ser más expresiva. "Hay buenas razones para ser razonablemente optimista en el sentido de que la economía global está, finalmente, saliendo de un pozo muy profundo, aunque no hay lugar para la complacencia. El reciente fracaso de las negociaciones en Cancún es una tragedia...". En todo caso, Rogoff piensa que "una recuperación desequilibrada es preferible a ninguna". Y, según dice, aunque la guerra de Irak permitido despejar incertidumbres, "la situación geopolítica seguirá teniendo un impacto en el crecimiento mundial en décadas".
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