Los agricultores advierten de que diez días más de calor serán desastrosos para la vid
Los viñedos de Rioja Alavesa no acusan daños por el momento
La Unión de Agricultores y Ganaderos Vascos-EHNE advirtió ayer de que diez días más de calor pueden resultar "catastróficos" para la vid en de Rioja Alavesa, el producto más valioso del mercado agrícola vasco. Por el momento, la uva no ha acusado los daños derivados de la ola de calor y de la sequía, que sí han provocado pérdidas irreparables a otros sectores agrícolas y ganaderos de Euskadi.
El representante en la comisión ejecutiva de EHNE Iñaki Fernández de Larrea hizo ayer hincapié en que los problemas para el viñedo de Rioja Alavesa pueden empezar si las adversas condiciones climatológicas se prolongan varios días, porque las vides podrían perder las hojas de forma prematura y el sol quemar el producto. Desde el Departamento de Agricultura de la Diputación alavesa también se está alerta por si se prolonga el calor. "Con las temperaturas tan altas podría darse una proceso de maduración más temprano", explican.
Sin embargo, si el tiempo regresa a la normalidad propia del mes de agosto y las temperaturas no superan los 32 grados, todo volverá a la calma. Precisamente, esa es la previsión que han realizado los servicios meteorológicos para este fin de semana.
Los que no han tenido tanta suerte son los viñedos para txakoli de Vizcaya, donde la uva está ennegreciendo por la exposición al sol, debido a que el pasado 15 de julio se produjo una granizada en las localidades de Larrabetzu, Morga y Errigoiti, que rompió la hoja y dejó los racimos sin protección. Mientras, en Navarra, donde la vid es más temprana, se calcula una pérdida del 15-20% de producción, lo que supone unos 20 millones de kilos, según el balance que ayer realizó EHNE de la situación provocada en la agricultura y ganadería debido al calor.
Los prados, cereales y pastizales son los que más han sufrido las consecuencias del calor, al depender en gran medida de las precipitaciones. Los pastos están secos y el apetito del ganado está bajando, por lo que para mantener la productividad se está recurriendo a forrajes y heno reservados para el invierno o a la compra alimentos suplementarios.
La patata de regadío ha perdido el 10% de su producción, mientras que en la patata de secano las pérdidas se elevan hasta el 40% y podrían llegar a ser totales. Los cereales ya han sido cosechados, así que se sabe con exactitud que se ha perdido el 30% de la producción, lo mismo que en la cebada. Pero con el agravante, en este último producto, de que la calidad es peor de la esperada, algo que resulta fundamental en la que se destina para cerveza.
El calor también ha afectado a las vacas, que comen menos. Su producción de leche se ha reducido un 15%. En los animales de granja, como conejos y pollos, se ha registrado una mayor mortalidad, mientras que la producción de miel ha descendido en más de un 50% (se han sacado 4 kilos donde antes se obtenían 10).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.