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Los argentinos respaldan en los sondeos las decisiones de la justicia

Sólo uno de los imputados es considerado prófugo al huir a Paraguay

Mientras el domingo transcurría serenamente, Argentina parecía ser, al menos por el fin de semana, ese "país normal" que propone cada día a la sociedad el presidente Néstor Kirchner. Los militares acusados se sometieron a la justicia, el juez impuso los arrestos preventivos y la mayoría de los ciudadanos, que siempre se manifestaron contrarios a los indultos, estaban de acuerdo con todas las decisiones, según tres sondeos de opinión.

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El ministro de Justicia, Gustavo Béliz, opina que "la justicia tiene la oportunidad histórica de liderar la lucha contra la impunidad". "La fe de ser creyentes nos permite hacer milagros; también al presidente", decía el cura de la catedral de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, después de la misa celebrada el sábado en memoria de Evita Perón a 51 años de su muerte. El presidente argentino Néstor Kirchner estaba allí, "como todos los años, en el lugar de siempre". Un día antes había derogado en Buenos Aires el decreto que impedía a los jueces iniciar los trámites de extradición de los acusados ante tribunales extranjeros.

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral impuso el arresto preventivo a los militares y el civil reclamados por Garzón. Todos ellos coincidieron en que "no" deseaban ser extraditados y confiaron "en la justicia argentina". El juez comunicará hoy al Ministerio de Exteriores la situación concreta de los acusados. Los detenidos mayores de 70 años volvieron a sus casas, de las que no pueden salir sin autorización del Tribunal. Los que dijeron estar "muy enfermos", los afectados de demencia senil, el moribundo Azic, ex suboficial de la Prefectura Naval que intentó suicidarse el pasado jueves, ingresan o continúan en hospitales militares. En caso de que no estén en condiciones de ser trasladados, se beneficiarán también con el arresto en sus domicilios, pero bajo control de un médico designado por el juez. El resto fue trasladado a dependencias de la Gendarmería o unidades militares hasta que Canicoba Corral resuelva en los próximos días sobre los pedidos de excarcelación presentados por los abogados defensores si consideran que no intentarán fugarse. El ministro de Justicia, Gustavo Béliz, dijo que "la justicia tiene la oportunidad histórica de liderar la lucha contra la impunidad".

Sólo uno de ellos, el ex capitán de fragata Jorge Rafael Vildoza, es considerado "prófugo" desde que probablemente salió del país rumbo a Paraguay hacia fines de los años noventa. El juez reiteró la orden a Interpol para que le detengan allí donde le encuentren. Vildoza, ex miembro del "grupo de tareas" en el campo de concentración que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), destinado luego como agregado naval de la Embajada argentina en Londres, fue dado de baja de la Armada cuando se negó a presentarse ante el tribunal que ordenó su detención por la "apropiación indebida" de un niño que era supuestamente hijo de Cecilia Viñas, secuestrada y desaparecida en las catacumbas de la ESMA en 1977.

Los primeros sondeos de opinión del viernes y el sábado indican que "más del 60%" de los consultados por las empresas Analogías y Ricardo Rouvier y Asociados están "de acuerdo con declarar la nulidad" de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y con "revisar el tema militar porque hay cuestiones pendientes". La consultora Equis estima en un 64% el nivel de "acuerdo" con que se concedan las extradiciones de militares. Analía del Franco, de Analogías, observa que el respaldo de la sociedad es mayor ahora por el "impresionante apoyo" que tiene Kirchner, que alcanza niveles de popularidad y de imagen favorable "superiores al 80%, algo nunca visto en los últimos años".

Ayer por la noche, Kirchner seguía en la provincia de Santa Cruz, de la que fue gobernador. "Duerme, lee, mira películas por televisión, está con su madre, con sus hijos, habla con los amigos, descansa, nada, no hace nada", decía ayer a EL PAÍS uno de sus portavoces. Cuando sale es para tomar un café con los amigos de siempre. El sábado, en el aniversario de la muerte de Eva Perón, fue a misa. Tal vez recordó allí a los militantes, amigos y compañeros de su generación asesinados o desaparecidos a los que prometió "no dejar las convicciones a las puertas de la Casa Rosada", la sede del Gobierno.

El juez Rodolfo Canicoba camina hacia su oficina en Buenos Aires.
El juez Rodolfo Canicoba camina hacia su oficina en Buenos Aires.AP

Astiz es un 'hombre muerto'

"¿Usted tiene idea de la vida que debe llevar Astiz?", preguntaba una fuente judicial consultada el pasado viernes. Es el caso más emblemático. El ministro de Justicia de Francia anunció de inmediato que reclamará su extradición. En 1990, Alfredo Astiz fue juzgado en ausencia en París y condenado a la pena de reclusión perpetua por el secuestro, torturas y asesinato de dos monjas francesas.

Desde entonces no puede salir de Argentina, donde le amparan las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, porque Interpol podría ejecutar la orden de captura internacional. Además del juez español Baltasar Garzón, también le reclama un tribunal de Suecia.

Astiz no puede caminar por las calles. Le insultan, intentan golpearle o se van si entra a un sitio. A sus 50 años, Gustavo Niño como se hacia llamar en 1977 cuando se infiltró entre un grupo de madres de desaparecidos que se reunía con las monjas francesas en una iglesia de Buenos Aires para intercambiar información, el Ángel rubio que besó a cada una de ellas la noche en que las secuestraron para identificarlas ante los miembros del grupo de tareas de la ESMA, es hombre muerto. El más enterrado de todos los asesinos muertos en vida.

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