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Telefónica, Endesa y Agbar demandan a Argentina por impedir la subida de tarifas

Las empresas acuden al Banco Mundial en busca de una indemnización por la devaluación

Tres compañías españolas con inversiones en Argentina, Aguas de Barcelona, Endesa y Telefónica, demandaron al país austral ante el Banco Mundial por incumplimiento de los contratos de concesión, tras la negativa del Ejecutivo argentino a otorgarles un aumento de tarifas que reclaman desde hace más de un año. Aguas de Barcelona presentó tres demandas, por las concesiones que posee en Buenos Aires y en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Telefónica también interpuso la demanda en nombre de su filial, y Endesa hizo lo mismo con Edesur, la empresa que lidera el sector eléctrico en Argentina.

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El áspero diálogo que mantuvieron los empresarios españoles con Néstor Kirchner en Madrid, hace 11 días, se disparó, precisamente, a partir de una nueva ronda de reclamaciones de aumentos tarifarios de parte de varios ejecutivos durante la reunión. Un detalle técnico puede dar pistas del origen de la ira de Kirchner: antes de admitir a trámite las demandas, el Banco Mundial debe dar aviso al país demandado, por lo que el presidente argentino ya sabía que, mientras los directivos lo recibían con amplias sonrisas, los abogados de sus empresas cruzaban los dedos y aguardaban la aprobación de la apertura a juicio. "Hipócritas", bramó el mandatario en medio del encuentro.

El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial, declaró admisibles las tres demandas de Aguas de Barcelona el pasado 17 de julio, el mismo día que los empresarios recibieron a Kirchner. Cuatro días después, el 21 de julio, el CIADI admitió la demanda de Telefónica y, al día siguiente, ratificó también la demanda de Endesa.

Esta catarata de demandas se debe al renovado ímpetu que ha tomado el pulso que las compañías españolas sostienen con el Gobierno argentino desde que éste decidiera mantener las tarifas congeladas en pesos, la moneda local, a pesar de que el dólar se disparó un 70% desde la instauración de la libre flotación cambiaria, a principios de 2002.

Las compañías argumentan que están obligadas a recaudar en pesos devaluados, mientras que deben pagar la mayoría de sus costes en dólares. El año pasado, el ex presidente Eduardo Duhalde dispuso un aumento de las tarifas, pero los jueces rechazaron la medida y todo volvió al punto de partida. Por ese motivo, y ante las reiteradas negativas del actual Gobierno de Kirchner a autorizar nuevas subidas, las empresas acudieron al tribunal arbitral del CIADI en busca de un laudo que fije una compensación económica.

Las fuentes consultadas coinciden en señalar que las indemnizaciones solicitadas por las compañías -estimadas en unos 6.000 millones de dólares- no podrán ser cobradas hasta después de atravesar un intrincado sendero jurídico que puede durar cuatro o cinco años. ¿Cuál es entonces el objetivo inmediato que persiguen las empresas? Las demandas "sirven para negociar desde una posición de fuerza", admite un ejecutivo ligado a las compañías. "Es una espina más en las espaldas del Gobierno", añadió otra fuente del sector.

Renegociación de contratos

Desde el lado argentino, un abogado que asesora al Ejecutivo de Kirchner descartó el valor de estos juicios: "Kirchner dictó un decreto que obligó a las compañías a someter sus contratos a una renegociación integral, que abarca mucho más que las cláusulas de tarifas, y las empresas no lo impugnaron, es más, se han sentado a negociar, por lo que lo del Banco Mundial no les va a servir, ya que sólo funciona cuando no hay otra instancia legal pendiente".

Las empresas pretenden una reparación del daño que la devaluación causó en sus resultados durante 2002, cuando ocurrió lo peor de la crisis económica. Según el Banco Central argentino,la salida de capitales alcanzó un ritmo de 20 millones de dólares por día, informó Efe.

Algunos ejecutivos relatan con cierto rubor que, sin embargo, este año las cosas no marchan tan mal: en el primer semestre Telefónica de Argentina obtuvo 250 millones de euros, y la filial de Endesa, Edesur, ganó 21 millones durante el primer trimestre de 2003.

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