El G-8 aparca hasta septiembre los programas de salud y el acceso de los países pobres a los medicamentos
Las crisis sanitarias requieren "una estrecha cooperación internacional", pero el G-8 no acaba de encontrar la fórmula de instrumentar los planes sociales que formaban parte de la agenda organizada por la presidencia francesa. Las ocho potencias se contentaron con una declaración según la cual están buscando "una solución multilateral" para el acceso de los países pobres a los medicamentos.
La solución queda aplazada hasta la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), prevista en Cancún en septiembre. De aquí a entonces, los jefes de Estado y de Gobierno del G-8 sólo se comprometen a animar a sus ministros y otros altos responsables a que establezcan una "solución multilateral" en ese marco, para arreglar los problemas de los países en vías de desarrollo para acceder a medicamentos producidos por los laboratorios farmacéuticos de los países desarrollados.
Añaden que esa solución debe encontrarse bajo el principio de "restablecer la confianza de todas las partes" afectadas. La industria farmacéutica norteamericana ha invocado hasta ahora la protección de la propiedad intelectual y de las patentes farmacéuticas para bloquear todos los intentos de acuerdo en ese terreno, incluso para tratamientos de auténticas crisis de salud pública, como el sida, la tuberculosis o el paludismo.
Así las cosas, y después de señalar la "constante preocupación" de las potencias del G-8 por la pandemia del sida y la voluntad de organizar en junio una conferencia internacional con Gobiernos, organizaciones no gubernamentales y representantes del sector privado, el "plan de acción" diseñado por el G-8 no menciona para nada cuestiones como la producción local de medicamentos y las transferencias de tecnología farmacéutica, reclamadas por las ONG.
Una de estas últimas, Médicos sin Fronteras (MSF), dejó ayer bien clara su decepción por la ausencia de avances en la cumbre del G-8. Portavoces de esa organización recordaron que "cada día mueren 19.000 personas en el mundo víctimas del sida, la tuberculosis, la malaria o la enfermedad del sueño", y lamentaron las promesas incumplidas del G-8, incluso desde anteriores reuniones, como la de 2000 en Okinawa (Japón)
Objetivos para 2010
En Okinawa se fijaron una serie de objetivos para 2010 (reducción del 25% de jóvenes infectados de sida, del 50% de la tasa de mortalidad de la tuberculosis y del 50% de las enfermedades asociadas a la malaria) para asegurar que "esas metas están muy lejos de ser alcanzadas" y que la situación se está deteriorando significativamente en cada una de ellas.
La reacción de MSF se produjo en el mismo centro de prensa oficial del G-8, situado en las cercanías de Evian, porque "la utilización de los mismos medios que los Gobiernos es indispensable para hacerse oír", dijo Núria Mejías, responsable de prensa de la citada ONG.
Los incidentes provocados por grupos de manifestantes remitieron ayer. En Suiza se ha abierto una investigación judicial por las heridas de un ciudadano británico, que cayó desde 20 metros de altura cuando intentaba descolgarse desde un puente para cortar la autopista Ginebra-Lausana. La investigación pretende determinar si fue intencionado o no el corte del cable del que colgaba, que realizó un policía. El herido continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Lausana.
Ocho militantes de Greepeace cruzaron el lago Leman en tres embarcaciones, desde Lausana hacia Evian, enarbolando una pancarta con el texto "el G-8 liquida vuestro futuro", pero fueron detenidos antes de llegar a la orilla francesa. Tras serles requisadas las lanchas, quedaron en libertad. En Ginebra, seguían detenidas, entretanto, otras 25 personas.
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