_
_
_
_
_
Reportaje:

Una prueba fósil de la primera limpieza étnica

Científicos italianos y españoles muestran que el ADN humano de hace 25.000 años carecía de trazas de genes neandertales

Javier Sampedro

Los primeros Homo sapiens salieron de África hace unos 50.000 años y llegaron a Europa hace unos 40.000.Lo que se encontraron debió parecerles una pesadilla: unos extraños seres humanos, si es que se les podía llamar así, con un cuerpo demasiado robusto, una frente demasiado estrecha y una cultura de la piedra primitiva y estancada, transmitida de padres a hijos de forma pasiva, sin que nadie hubiera aportado verdaderas innovaciones durante centenares de milenios. ¿Qué pasó entonces?

Los primeros Homo sapiens salieron de África hace unos 50.000 años y llegaron a Europa hace unos 40.000. Lo que se encontraron debió parecerles una pesadilla: unos extraños seres humanos, si es que se les podía llamar así, con un cuerpo demasiado robusto, una frente demasiado estrecha y una cultura de la piedra primitiva y estancada, transmitida de padres a hijos de forma pasiva, sin que nadie hubiera aportado verdaderas innovaciones durante centenares de milenios. ¿Qué pasó entonces?

Los recién llegados Homo sapiens, o cromañones, y los primitivos neandertales cohabitaron en Europa durante cerca de 10.000 años. Fue la última vez que dos especies humanas se vieron las caras. Y los fósiles indican que los neandertales no sobrevivieron al encuentro, porque sus restos más recientes tienen 30.000 años de antigüedad. Es posible que fueran barridos del mapa por nuestros ancestros, los más evolucionados cromañones. Pero también lo es que los dos vecinos europeos se cruzaran, y que los genes neandertales se diluyeran entre los más modernos, contribuyendo al acervo genético de los europeos actuales. ¿Cómo saberlo?

Un proyecto dirigido por Giorgio Bertorelle, de la Universidad de Ferrara (Italia), y en el que han intervenido dos evolucionistas de Barcelona, Carles Lalueza-Fox y Jaume Bertranpetit, ha iluminado el enigma de una manera muy directa. Han analizado el ADN cromañón más antiguo logrado hasta ahora, perteneciente a un jovenzuelo y una mujer adulta que vivieron en la cueva de Paglicci, en el sur de Italia, hace 23.000 y 25.000 años respectivamente: muy poco después de su convivencia con los neandertales.

El ADN de aquellos dos italianos paleolíticos es indistinguible del nuestro, pese a los 23.000 años transcurridos, pero muy diferente del ADN neandertal (que ya se conocía por anteriores análisis de fósiles), pese a su proximidad temporal a esa especie. No parece, pues, que hubiera apareamientos cruzados.

"No estamos en condiciones de afirmar que no se cruzaron", matiza Lalueza-Fox, de la Universidad de Barcelona. "Lo que podemos decir es que, si hubo cruces, carecieron de importancia, puesto que los genes neandertales no dejaron trazas genéticas en nuestra especie, ni siquiera hace 25.000 años". El ADN de los cromañones italianos es tan parecido al nuestro que los científicos han tenido que tomar todo tipo de precauciones para descartar que se tratara de una contaminación reciente. Con esos controles exhaustivos, el trabajo se ha presentado en Proceedings of the National Academy of Sciences (edición electrónica).

La reconstrucción de la historia de nuestra especie se ha basado hasta ahora en la comparación del ADN de los humanos vivos. El estudio abre una nueva veta. "Cuando se compare el ADN fósil de muchos más cromañones", dice Bertranpetit, de la Pompeu Fabra de Barcelona, "t

endremos un mapa directo del árbol genealógico humano".

Uno de los cráneos cromañones de la cueva de Paglicci (izquierda) junto a un fósil neandertal.
Uno de los cráneos cromañones de la cueva de Paglicci (izquierda) junto a un fósil neandertal.PNAS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_