Las emisiones de dióxido de carbono se doblarán en 2030

Bruselas - 12 may 2003 - 00:00CEST

Las emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero, serán más del doble en 2030 respecto a 1990, según un informe encargado por la Comisión Europea que se hará público esta semana. En Europa las emisiones aumentarán moderadamente (18% en 2030), pero se dispararán en EE UU (50%) y en los países en vías de desarrollo, responsables de la mitad de las emisiones. En la Comisión ya se debate la necesidad de un segundo acuerdo de Kioto.

Cumplir con Kioto, cuyo objetivo es estabilizar entre 2008 y 2012 las emisiones respecto a 1990, se muestra ya como tarea casi imposible. De hecho ya hay signos más que negativos en la UE, que se comprometió a reducir sus emisiones en un 8% y que lidera la lucha contra el cambio climático. Pero las emisiones han aumentado en un 2,1% (véase EL PAÍS del pasado viernes).

El panorama mundial a más largo plazo es aún peor, según el informe Perspectivas de la evolución mundial de la energía, la tecnología y la política climática. El dióxido se va a duplicar, y ello pese a la disminución de la intensidad de carbono que se va registrar.

"El informe confirma la necesidad de un Kioto 2. Lo ideal sería contar con países altamente contaminantes como EE UU [fuera del primer acuerdo]", explica el comisario de Investigación, Philippe Busquin.

Financiaciones

Los costes para España si Vandellòs fuera la sede "están garantizados por el Gobierno" y "en ningún caso" formarán parte de los presupuestos ordinarios del Ministerio de Ciencia y Tecnología, dice Piqué.

El acuerdo de establecer una financiación específica para el proyecto, asegura Piqué, se tomó "hace prácticamente un año". Igual consideración merece la fuente de luz de sincrotrón que debe construirse cerca de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Ambos proyectos, sostiene Piqué, responden a la estrategia del Gobierno de apostar por las grandes instalaciones como "motores" del sistema español de ciencia, tecnología e innovación. La propuesta contrasta con la precaria situación de otros proyectos.

Uno es el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, en el que debía enrolarse el investigador Joan Massagué y que está estancado por falta de concreción presupuestaria. Piqué entiende que "el problema ya está resuelto" y que no se debe a una cuestión de recursos sino de "orientación del proyecto". Sobre la participación española en la era postgenómica, Piqué niega que la aportación de su ministerio a la recién creada Fundación Genoma, unos 2 millones de euros, sea escasa, y advierte de que deben sumarse los aportados por Sanidad y Consumo (6 millones).

La "resolución" de estos problemas, entre los que incluye los relativos al programa Ramón y Cajal y los derivados de la limitada ejecución presupuestaria en los dos primeros años de vida del ministerio, corre en paralelo, según Piqué, a la situación actual del sistema. "Nunca como hasta ahora había dado apoyo a tantos proyectos ni el importe por proyecto había sido tan grande", asegura.

La otra cara de la moneda es el reciente manifiesto en Science firmado por 2.800 científicos españoles sobre el precario estado de la ciencia en España. Piqué replica que el manifiesto "está lleno de falsedades" y que ese número de científicos "no representa" a un colectivo que, calcula, "suma más de 150.000 investigadores".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas

Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.