La OMS amplía a Taiwan y a dos nuevas regiones chinas su consejo de no viajar
El organismo envía un equipo a las zonas rurales donde puede propagarse la neumonía
La Organización Mundial de la Salud (OMS) extendió ayer la recomendación de no viajar a causa de la neumonía asiática a las regiones chinas de Mongolia Interior y Tianjin, y a Taipei, capital de Taiwan, que China considera una provincia rebelde. La decisión se debe "a la magnitud del brote en estas zonas, incluido el número de casos prevalentes y el de nuevos casos diarios". Inquieta por la evolución de la epidemia, la OMS va a enviar investigadores a otras tres provincias en las que teme el efecto que podría tener la extensión del virus en las zonas rurales
El organismo internacional asegura que en Mongolia, Tianjin y Taiwan existe transmisión local y hay potencial de propagación hacia el exterior. Anteriormente, la OMS había recomendado evitar Hong Kong, Guangdong, Shanxi y Pekín. El pasado 30 de abril, y tras una fuerte presión canadiense, levantó una alerta similar para Toronto. Estimó que la neumonía había sido contenida suficientemente en esta ciudad.
La situación en Taiwan, donde han fallecido 13 personas, ha empeorado en los últimos días. Ayer registró 22 nuevos casos, lo que eleva el total a 360. Las autoridades sanitarias de la isla dijeron que el virus se ha extendido probablemente entre la población, y que los próximos cinco días serán cruciales. Tianjin ha registrado 132 casos y cinco fallecidos y la región autónoma de Mongolia Interior, 266 y 16, respectivamente.
La decisión de la OMS se produce mientras varios de sus investigadores han iniciado la visita a tres provincias que plantean un alto riesgo por su condición rural y la fuerte población emigrante: Hebei, Henan y Guangxi. La atención de los expertos está girando hacia la situación en el campo, donde la enfermedad podría tener efectos devastadores, debido a sus deficiencias sanitarias.
Mano de obra
Hebei, con 67 millones de habitantes, rodea la municipalidad de Pekín y es fuente de buena parte de la mano de obra emigrante que trabaja en la capital china. En una semana ha duplicado la cantidad de contagiados. La OMS quiere asegurarse de que las cifras que han sido registradas en esta provincia son exactas (147 casos) y analizar si los millones de trabajadores que han vuelto a sus casas pueden extender la enfermedad en las zonas rurales.
Pretende verificar también si la región estaría preparada para hacer frente a un estallido de la epidemia. Las autoridades de Hebei están aconsejando el saludo con una inclinación en lugar del apretón de manos para evitar la posible transmisión del virus.
China registró ayer 146 nuevos infectados en todo el país y cinco víctimas mortales, lo que eleva los totales a 4.698 y 224, respectivamente.
Los expertos de la OMS, cuya investigación en Pekín forzó al Gobierno chino a reconocer la magnitud de la crisis, van a visitar también Henan, la provincia más poblada del país, con 95 millones de personas. Según la prensa china, alrededor de 800.000 emigrantes han regresado a sus casas "recientemente" pese a las instrucciones en sentido contrario de las autoridades. Muchos han huido de la capital precisamente por miedo a la neumonía.
Aunque Henan sólo ha registrado hasta ahora 15 infectados, existe un gran temor al efecto que los movimientos de población puedan tener en esta región rural, donde ya existen miles de infectados por el sida. La provincia de Guangxi sólo ha registrado hasta ahora 20 afectados, pero hace frontera con Guangdong, donde surgió el primer caso el pasado noviembre.
El Consejo de Estado, reunido el pasado miércoles, ha reconocido que están emergiendo las consecuencias económicas de la neumonía (síndrome respiratorio agudo grave, o SARS). El Gobierno ha aprobado una serie de medidas para paliar el impacto y ha urgido a los líderes provinciales a que recorten gastos, impulsen el comercio y apoyen aquellos sectores muy afectados, como el turismo, la aviación o la hostelería. También les ha ordenado que se aseguren que los campesinos plantan y recogen las cosechas. China afirma que la crisis podría provocarle un déficit comercial de 2.000 a 3.000 millones de dólares este año, el más alto desde 1993.
Las autoridades han despedido o sancionado a 120 funcionarios en 15 provincias en el último mes por encubrir la enfermedad, no implantar las medidas de prevención o abandonar su trabajo. Según un oficial del Departamento de Organización del Partido Comunista, ésta es la primera vez que son castigados tantos oficiales por un único asunto. Singapur aseguró ayer que si en los próximos 10 días no detecta ningún nuevo caso, podría declarar la epidemia bajo control.
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