La neumonía causa una mortalidad de más del 43% en los mayores de 60 años
Un estudio del Imperial College en 1.400 pacientes de Hong Kong ofrece cifras alarmantes
El primer estudio epidemiológico detallado de la neumonía asiática, realizado por científicos del Imperial College de Londres sobre 1.425 pacientes de Hong Kong, ha elevado drásticamente la tasa de mortalidad prevista para esta epidemia, al menos en esa ciudad. El estudio predice que el 43% de los enfermos mayores de 60 años morirá por el virus. La mortalidad entre los menores de esa edad rondará el 10%. Con todo, los autores reconocen que la epidemia está remitiendo en Hong Kong, al igual que en casi todo el resto del mundo, pero subrayan la crucial importancia de la detección rápida.
La mortalidad debida a la neumonía asiática (SARS en sus siglas inglesas) se venía calculando hasta ahora por el simple procedimiento de dividir el número de muertos por los casos totales. Con las cifras acumuladas hasta ayer (6.903 afectados y 495 muertos), la mortalidad sería del 7% en todo el mundo. Incluso por esta simple división, sin embargo, la mortalidad en Hong Kong es más elevada (12%).
La novedad del estudio del Imperial College, realizado en colaboración con dos universidades de Hong Kong y las autoridades sanitarias de esa ciudad, y publicado en la edición electrónica de Lancet, es que se basa en unos registros lo bastante detallados como para calcular cuánto tiempo pasa, en promedio, desde que un enfermo es ingresado en el hospital hasta que muere. Se asumía hasta ahora que ese plazo era corto, pero los epidemiólogos británicos han calculado una media de 36 días.
Esto implica que, en las primeras semanas de la epidemia, la simple división subestima la mortalidad, ya que cuenta como supervivientes muchos de los pacientes que acabarán muriendo más tarde. Cuando se tiene en cuenta el largo periodo que transcurre hasta la muerte, los modelos estadísticos habituales predicen una mortalidad del 20%.
Pero el periodo que transcurre hasta la muerte varía enormemente según la edad del paciente: ronda las dos semanas en los menores de 60 años, pero puede ascender a varios meses en los mayores de esa edad. Por esta razón, la mortalidad estimada también depende enormemente de la edad: para los menores de 60 años, la mortalidad prevista varía entre el 7% y el 13%. Y para los mayores de 60 años, alcanza unas cifras altísimas, entre el 43% y el 55% según el modelo estadístico que se aplique.
Alta dispersión
"La predicción de nuestros modelos epidemiológicos es que, en Hong Kong, más del 40% de los enfermos de SARS mayores de 60 años morirá", explica a este diario Azra Ghani, investigadora del Imperial College y una de las firmantes del trabajo. "De todos modos, la dispersión estadística de los datos es todavía muy alta, y la predicción deberá ajustarse cuando se examinen más casos".
Otro factor que puede haber contribuido a sobreestimar el índice de mortalidad, explica Ghani, es que los datos se centran exclusivamente en pacientes hospitalizados, que es de los que hay registros detallados en Hong Kong. Es posible, por tanto, que los casos más leves, que lógicamente manifestarían una mortalidad menor, hayan quedado excluidos de las estadísticas.
El portavoz de la OMS, Dick Thompson, matizó ayer que actualmente es imposible establecer cuál es al mortalidad de la neumonía asiática: "Depende mucho del lugar. En Vietnam, donde ya ha terminado el brote, sabemos que la mortalidad ha sido del 8%. En Canadá la mortalidad oscila entre el 15% y el 19% según la forma de medirlo". Thompson señaló que la diferencia se debe a que en Canadá ha habido ancianos infectados mientras que en Vietnam la mayoría de los afectados eran médicos y enfermeros.
Thompson señaló que el estudio del Imperial College sólo sirve para Hong Kong. "En el edifico de Amoy Gardens parece que el contagio vino por el agua y que la enfermedad era más grave, así que nos gustaría conocer si esos datos están incluidos en el estudio". El análisis del Imperial College sí incluye a los pacientes del Amoy Gardens, un edificio de apartamentos donde el virus pareció mostrarse particularmente agresivo y contagioso.
Thompson no criticó la metodología del estudio, pero matizó que faltan análisis para poder dar datos definitivos para todo el mundo. "Si no conseguimos erradicar la enfermedad y se convierte en endémica, entonces los datos de todo el mundo tenderán a converger en un solo porcentaje".
Revisiones al alza
La OMS afirmó al principio de la epidemia que la mortalidad era del 4% -similar a las neumonías comunes-, después del 6%, aunque aseguró que lo previsible era que siguiera aumentado con el tiempo ya que al principio de la epidemia se incluían como casos probables a personas que no tenían el virus, y conforme la enfermedad salía de los hospitales (donde se dieron los primeros brotes) fue afectando cada vez a más personas mayores. El estudio del Imperial College sitúa la mortalidad en el 43,3% para los mayores de 60 años. "Sabíamos que las personas mayores tienen más riesgo de tener complicaciones. El 43,3% parece un poco alto, tenemos que estudiarlo más detalladamente", añadió prudentemente Thompson.
Hong Kong registró ayer sólo 8 nuevos casos, una cifra baja que permite suponer que la epidemia ha entrado en su última fase de remisión. Sin embargo, también notificó 11 muertes por la enfermedad. Es la primera vez que el número de muertes supera al de nuevos casos. El dato cuadra bien con las predicciones del Imperial College: aun cuando la epidemia remita, los pacientes mayores seguirán muriendo tras el largo periodo característico de ese grupo de edad.
El Gobierno de los Estados Unidos ha autorizado a la policía aduanera al "uso de la fuerza", si es necesario, para detener a los pasajeros que lleguen al país y muestren síntomas de la neumonía asiática.
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