Rusia cierra su frontera del extremo oriente con China para evitar la propagación de la neumonía

Las autoridades rusas han anunciado hoy el cierre de la frontera con China en la región de Amur, en el extremo oriente del país, como medida preventiva para evitar la propagación de la epidemia de neumonía atípica. Se trata del primer cierre de frontera decretado a causa del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, en sus siglas en inglés).

Fuentes de la administración regional han indicado que el cierre de la frontera supone la prohibición de ingreso en el territorio de Amur para los ciudadanos chinos y del desplazamiento de ciudadanos rusos al vecino país. La prohibición no se extiende a las personas que regresan a sus países de origen y afecta de momento a poco más de 1.000 de los 3.645 kilómetros de frontera que comparten Rusia y China.

El servicio de prensa de la administración de Amur ha añadido que en las tres ciudades fronterizas con China -Blagovéschensk, Poyárkovo y Dzhalinda- se han tomado medidas extraordinarias para luchar contra el mal. Además, el Ministerio de Transporte de Rusia ha ordenado suspender la venta y reserva de billetes de avión para todos los vuelos regulares a China, incluidas Hong Kong y Taiwán.

El blindaje de Rusia

Mientras tanto, en China se han tomado nuevas medidas para tratar de evitar que continúe aumentando el contagio. La Oficina Municipal de Policía de Pekín ha ordenado que perros, gatos y otros animales de compañía de todas aquellas personas que hayan contraído SARS sean sacrificados. "Los animales de compañía son portadores potenciales del virus, por lo que debemos eliminarlos para evitar un posible foco de infección", ha explicado un portavoz policial.

Dependiendo de si los dueños han sobrevivido o no a la enfermedad, los animales serán sacrificados o aislados en zonas remotas, aunque el coste económico de esta medida es demasiado alta. Además, todos los perros y gatos encontrados sin placa de registro serán aniquilados automáticamente y sus cuerpos incinerados en área alejadas de la ciudad. Por el momento no se ha informado de la cifra de animales domésticos sacrificados en Pekín.

Durante los últimos años, la cría de perros y gatos ha gozado de gran popularidad en China, sobre todo entre la clase alta, la única con suficiente capacidad económica como para soportar un gasto extra. Debido a la política de un solo hijo, muchas parejas deciden criar un perro o un gato, que tratan como a un miembro más de la familia y al que cuidan con costosas atenciones. Sin embargo, en Cantón, la provincia del sur del país donde se originó la epidemia de neumonía atípica, no se ha tomado ninguna medida en este sentido, a pesar de que suelen formar parte habitual de la dieta de los cantoneses.