El Gobierno chino teme la propagación a zonas rurales

El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha lanzado una seria advertencia sobre el peligro que supondría para China que la epidemia de neumonía asiática se extendiera en las zonas rurales. "Los servicios médicos en el campo son básicos, las capacidades técnicas no son las adecuadas y el sistema de supervisión y control de epidemias no es bueno", dijo Wen el pasado martes en una vídeoconferencia nacional con líderes provinciales, recogida ayer por la prensa.

El dirigente aseguró que aunque de momento no ha habido un gran brote en el campo, el país debe estar "alerta", y recordó que "no serán toleradas negligencias en el trabajo de prevención". "La prevención del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) en las grandes zonas rurales es un componente clave en la lucha contra la enfermedad y es vital para la salud de los campesinos y para el desarrollo económico y social", dijo. Wen insistió en que el tratamiento de los agricultores que resulten infectados será gratis, incluido el alojamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado repetidas veces su preocupación por las consecuencias que tendría la propagación de la neumonía atípica entre los habitantes del campo, que representan el 70% de la población china.

Los campesinos no sólo tienen menor conciencia a la hora de protegerse contra el virus, sino que muchos de ellos eludirán ir al hospital si enferman para evitar los gastos que piensan que tendrían que cubrir. China registró ayer 159 nuevos infectados y cinco fallecimientos, lo que eleva las cifras totales a 4.560 y 219, respectivamente; 1.487 personas se han recuperado.

Revueltas

El temor al virus ha llevado a los habitantes de muchos pueblos de la municipalidad de Pekín a bloquear calles, cortar carreteras e impedir la entrada de extraños. También ha provocado revueltas y asaltos a centros de cuarentena en varias provincias. El ministro de la Construcción se vio obligado el pasado martes a emitir una circular en la que urge a los departamentos responsables a que adopten medidas para mantener el flujo regular del tráfico urbano. La capital china registró ayer 97 nuevos afectados y tres víctimas mortales, sobre unos totales de 2.049 y 110; nueve de los afectados del término municipal son campesinos.

En un intento de limitar la llegada de la enfermedad al campo, las autoridades están intentando que los cientos de miles de inmigrantes que trabajan en las obras de ciudades afectadas por la neumonía como Pekín no regresen a sus pueblos.