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Reportaje:

Los inicios de la Universidad global

Alumnos de las seis universidades públicas de Madrid asisten a la vez a una misma clase a través de videoconferencia e Internet

La Universidad del futuro se podría parecer a lo que ya han hecho realidad algunas universidades españolas. Entre ellas, las seis públicas madrileñas, que se han agrupado para impartir una veintena de asignaturas comunes simultáneamente, por lo que comparten profesores y alumnos. Y lo hacen a través de Internet y videoconferencia.

Así, mientras un estudiante de la Rey Juan Carlos asiste a una clase de, por ejemplo, Grandes Ideas de la Informática, otros alumnos de las cinco universidades restantes asisten en ese momento a la misma clase desde su propia universidad. Todos se conectan a la vez por videoconferencia o a través de Internet. Incluso se están viendo las caras y pueden hacer preguntas al profesor.

El proyecto Aula a Distancia Abierta (ADA-Madrid), de teleenseñanza, se puso en marcha hace dos años y lo financia la Consejería de Educación de esta Comunidad con casi 120.000 euros. La coordinación corre a cargo de la Universidad Carlos III. El fin último es que los alumnos puedan cursar asignaturas de libre elección que su universidad no imparte, pero sí ofrecen otras.

El primer año participaron la Politécnica y Autónoma de Madrid, la Carlos III y la Rey Juan Carlos. Éste se han sumado al proyecto la Complutense y la de Alcalá de Henares, ninguna de las dos dispone todavía de videoconferencia, por lo que sus alumnos siguen las clases a través de Internet en la pantalla del ordenador. En total, hay 1.100 estudiantes matriculados en las 23 asignaturas que se imparten por teleenseñanza. Las materias se dan indistintamente desde cada una de las seis universidades.

En un aula de la Rey Juan Carlos habilitada para hacer videoconferencia, un profesor empieza a impartir su asignatura a través de diapositivas, que va explicando. Delante tiene unos cuantos alumnos de esta universidad. Pero a través de un monitor que hay en su mesa está viendo a los alumnos del resto de centros que también están matriculados en esta asignatura. A la vez, estos estudiantes le ven a él y las diapositivas que expone a través de una pantalla. Los alumnos pueden preguntar cualquier duda a través de un micrófono. "Me sorprende mucho asitir a una clase con alumnos de otras universidades. La única desventaja es que a la hora de preguntar una duda resulta un poco frío al verlo todo a través de una pantalla", señala Teresa Martín, una de las alumna de la Rey Juan Carlos.

Las clases por videoconferencia se graban y se cuelgan en la Red (adamadrid.uc3m.es) para facilitar el estudio a los alumnos. Pero no todas las asignaturas se imparten así. Otras se apoyan también en el uso de la Red o se imparten exclusivamente vía Internet. En este caso, el profesor cuelga todo el material docente en la Red. La conexión con los alumnos es vía correo electrónico. También se establecen foros y chats (diálogos a través de la Red) entre los estudiantes donde el docente es el encargado de moderar. Además, los alumnos pueden ir haciendo test virtuales para repasar las lecciones.

El coordinador de ADA Madrid en la Rey Juan Carlos, Ángel Velázquez, explica que la gran ventaja de la teleenseñanza es la de poder compartir recursos humanos entre las diferentes universidades. "Incluso en una misma universidad se podrá seguir en el futuro un misma clase desde distintos campus". Y añade que lo más complicado de este sistema es la evaluación de los estudiantes de manera virtual, "porque no hay forma de asegurarse si el alumno está sólo o está mirando los apuntes cuando econtesta a las preguntas del examen. Lo mejor, por ahora, es que las pruebas se realicen de manera presencial".

Algunos proyectos similares

El proyecto ADA Madrid no es nuevo en España, pues ya existen dos iniciativas muy similares. Es el caso del Proyecto Intercampus (www.catcampus.org), nacido en 2000, que reúne a las ocho universidades públicas catalanas (la Universitat de Barcelona, la Autónoma de Barcelona, la de Girona, la de Lleida, la Oberta de Catalunya, la Pompeu Fabra, la Rovira i Virgili y la Politécnica de Catalunya). Todas ellas comparten asignaturas de libre elección que se cursan a través de Internet. Cada una de las ocho universidades ofrece por semestres dos asignaturas. Al año se matriculan en total unos 1.000 estudiantes.

Otro proyecto es el Campus Virtual del G-9, que agrupa a la Universidad de La Rioja, de Cantabria, de Castilla-La Mancha, de Extremadura, de las Islas Baleares, del País Vasco, Pública de Navarra, de Oviedo y de Zaragoza. Este curso se ofrecen 22 asignaturas de libre elección a través de Internet. Están matriculados unos 1.900 alumnos.

El G-9 organiza, además, el programa de profesores invitados en Red por el que sus alumnos pueden asistir a través de videoconferencia a una clase impartida por un docente de otra universidad que complete el contenido del profesor ofical de la asignatura.

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