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La Junta paraliza la cacería de vacas en León para no "herir sensibilidades"

La Junta de Castilla y León, por medio del consejero de Agricultura, José Valín, suspendió ayer la cacería de unas 250 vacas en la comarca de La Cabrera, que comenzaron el pasado fin de semana los cazadores de la zona con el permiso de la Administración regional. El pasado domingo dieron muerte a alrededor de 80 reses de diferentes edades. La cacería ha recibido críticas de colectivos ecologistas, partidos políticos, catedráticos de universidad y ganaderos.

El consejero José Valín explicó que se ha paralizado la batida para no herir "sensibilidades", pero insistió en justificar la matanza de los animales, legal, según dijo, por los supuestos riesgos sanitarios y por el peligro físico para las personas y otros animales de la zona. Pero la Junta no ha efectuado ningún tipo de control veterinario desde la muerte del dueño de las vacas, hace unos 7 años, y en el Ayuntamiento de Benuza no figura ninguna denuncia por daños a vecinos, según los responsables sanitarios y el alcalde de la localidad, Rafael Blanco.

El consejero dijo que a partir de ahora el futuro de las vacas está en manos de "expertos". "Se estudiarán otras fórmulas de actuación", pero sin descartar el sacrificio de las reses, señaló Valín.

El Gobierno regional zanja así la fuerte polémica pública suscitada por la cacería, que se desarrolló en presencia del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y de veterinarios de la Junta, quienes certificaron la muerte de los animales.

Los animales tiroteados por los cazadores eran empujados ladera abajo aún moribundos y, una vez en la carretera, eran arrastrados hasta un camión para su posterior incineración.

"Cruento y salvaje"

El método empleado en la matanza de este ganado, "manso", según los expertos, que pacía "suelto" en el monte, ha sido calificado por el PSOE de "cruento" y "salvaje" y ha provocado varias peticiones de comparecencias públicas, incluida la de la nueva ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, para determinar responsabilidades.

El decano de la Facultad de Veterinaria de León, Francisco García Marín, criticó ayer con dureza la matanza y dijo que estos animales están más indefensos ante el hombre que cualquier otra especie silvestre. García Marín abogó por llevarlos a un cercado mediante un reclamo alimentario para efectuar, una vez recogidos, un control sanitario. "En todo caso, para controlar las reses hay que emplear dardos anestésicos" porque hasta entonces, dijo, no se sabe si el animal está enfermo o no. Varios ganaderos del país se han ofrecido para congregar a las reses en un punto y hacerse cargo de ellas.

La Asociación Nacional para la Protección de los Animales (ANPBA) ha interpuesto una querella ante la Fiscalía General del Estado por la matanza.

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