Bush plantea un aumento del presupuesto de la NASA tras una década de recortes
El programa de transbordadores recibirá 616 millones de euros más el próximo año
La Casa Blanca presentó ayer su presupuesto para el año entrante con un incremento de 469 millones de dólares (440 millones de euros) para la NASA. Este aumento irá acompañado de una reestructuración de los presupuestos que permitirán destinar 616 millones de euros más al programa de los transbordadores.
El presupuesto que debe regir a partir del próximo 1 de octubre aumenta en un 3% los fondos para la NASA, hasta 14.500 millones de euros. Dentro de la partida, el programa del transbordador aumentará un 23,9%, desde los 3.210 millones de euros presupuestados para el actual ejercicio hasta los 3.826 millones. Es un cambio notable sobre las políticas seguidas hasta ahora. El presupuesto vigente supone un recorte del 1,9% con respecto al del anterior ejercicio. Mitchell Daniels, director de presupuesto de la Casa Blanca, subrayó al presentar las cifras que constituye "un aumento tras una década de recortes". En respuesta a las dudas suscitadas por el siniestro de la Columbia, Daniels aseguró que la Casa Blanca será receptiva a las ideas que pueden llegar.
"Inevitablemente habrá debates sobre cuánto financiar a la NASA, sobre si ha estado privada de financiación suficiente en los años pasados y quizás, quizás, si no era tan segura como debía ser", comentó ayer en televisión el senador Bill Nelson, quien, en 1986, cuando era representante, voló en el Columbia. "La dos últimas Administraciones han estado dejando a la NASA sin dinero y dado que no podía hacer todo lo que quería hacer, junto a los exceso en el coste de la estación espacial, estaba retrasando las mejoras de seguridad. Eso es inexcusable".
Contratas exteriores
Nelson se apresuró a señalar que no había pruebas de que la desintegración de la nave Columbia se debiera a retrasos en las medidas de seguridad y el propio director de la NASA, Sean O'Keefe, señaló antes de entrevistarse con Bush que los recortes presupuestarios y las contratas exteriores para ahorrar no iban en detrimento de la seguridad. El Columbia, el más veterano de los transbordadores, fue retocado por última vez en el 2001. "Estaba tan nuevo como se puede conseguir", dijo O'Keefe.
Los continuos recortes en el gasto de la agencia espacial y la privatización de la construcción de sus partes (la NASA subcontrata el 92% del programa de la lanzadera espacial,) han sido una constante fuente de quejas de todos los estamentos relacionados con el programa espacial dentro de la NASA.
Un ingeniero retirado escribió el pasado mes de agosto al presidente alertándole sobre los peligros. "Usted tiene que intervenir para evitar otra catástrofe con el transbordador", escribió Don Nelson, en referencia a la explosión del Challenger en 1986. Entre otras medidas propuso la adopción de un módulo de escape y la reducción a cuatro del número de astronautas de la tripulación. "Si no se siguen estas recomendaciones veremos con horror y vergüenza morir astronautas", profetizaba el ingeniero.
Richard Blomberg, presidente del Panel de Consejeros de Seguridad Aeroespacial, declaró el pasado mes de abril ante el Congreso: "Nunca he estado tan preocupado por la seguridad de la lanzadera espacial como ahora. Todo me dice que la actual política está plantado las semillas del futuro peligro".
El panel fue fundado en 1967, tras un accidente del Apolo que costó tres vidas en tierra, para que un grupo de expertos y profesores asesoran a la NASA Cinco de los nueve miembros del panel fueron despedidos el año pasado por la NASA, oficialmente para ser reemplazados por gente más joven y no menos capacitada. Elaboraron su último informe en marzo, en el que expusieron su impresión de que la seguridad a largo plazo del transbordador se estaba deteriorando por el interés en la planificación a corto.
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