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Reportaje:

Un año de conflictos olvidados

En los países más pobres mueren al año decenas de miles de personas por enfermedad y guerra

Ana Carbajosa

Angola, Somalia, Sudán, Colombia... Son los otros conflictos, los que no aparecen en las primeras páginas de los diarios, pero que este año se han cobrado decenas de miles de vidas. Son Las crisis humanitarias más olvidadas del año 2002, según un informe que Médicos Sin Fronteras (MSF) hará público hoy.

Junto a los conflictos, las enfermedades. La del sueño, la de Chagas, la leishmaniasis o la malaria, también olvidadas en los países ricos, pero que matan cada año a más de cuatro millones de personas en los países más pobres. Éstas son, según MSF, las diez crisis humanitarias más olvidadas de 2002:

- Crisis nutricional en Angola.

Un alto el fuego puso, el pasado mes de abril, fin a una guerra civil de 27 años. Con la paz se descubrieron inmensas bolsas de pobreza en zonas del país antes inaccesibles y bajo control de los rebeldes de la UNITA. Un estudio de MSF reveló que seis de cada diez mujeres perdieron un hijo por desnutrición en los últimos cuatro meses.

- Civiles amenazados en Colombia.

Unas 25.000 personas son asesinadas cada año en Colombia, donde se ha producido una escalada del conflicto, tras el colapso de las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC. En las zonas rurales la atención sanitaria ha disminuido y han reaparecido el sarampión y la malaria. - República Democrática del Congo.

Las consecuencias de la guerra en la República Democrática del Congo -que dura ya cuatro años- son devastadoras al este del país a pesar del acuerdo de paz firmado este mes, donde uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir los cinco años. Muchos hospitales han sido destruidos y miles de personas mueren cada año a causa de la meningitis, el sarampión, la malaria y la tuberculosis.

- Guerra civil en Liberia.

Los enfrentamientos entre el Gobierno y los rebeldes (LURD) han forzado a unos 250.000 civiles a refugiarse en Guinea, Sierra Leona y Costa de Marfil. Unos 80.000 desplazados viven en campos dentro del país, donde la inseguridad dificulta la asistencia humanitaria.

- Mortalidad en Somalia.

Los brotes de cólera, tuberculosis, malaria y la falta de alimentos, tras 12 años de guerra, han causado índices de mortalidad infantil muy elevados y una esperanza de vida de 46 años, según la ONU.

- Violencia en el sur de Sudán.

A pesar de las conversaciones de paz entre el Gobierno y los rebeldes, que controlan gran parte del sur del país, la violencia ha forzado a la población a desplazamientos masivos. La desnutrición y las enfermedades han aflorado este año en las regiones en las que la violencia se ha detenido.

- Ayuda en Corea del Norte.

A pesar de que Corea del Norte sigue siendo uno de los mayores receptores de ayuda del mundo, su población sufre una severa escasez de alimentos. Muchos norcoreanos se desplazan a China, donde viven en penosas condiciones como inmigrantes ilegales.

- Civiles que huyen de Chechenia.

La violencia en Chechenia impide el reparto de comida a los miles de chechenos que viven en campos de desplazados. El Gobierno ruso ha cerrado campos de chechenos obligándoles a regresar a la zona de guerra.

- Falta de acceso a medicamentos.Un 95% de los 42 millones de personas con sida vive en países pobres y al menos seis millones necesitan tratamiento inmediato con antirretrovirales. Como resultado, seis personas mueren a causa del sida cada minuto en el mundo. El acceso a medicamentos y la investigación de curas para la malaria, la tuberculosis o la enfermedad del sueño son insuficientes.

- Erosión del Derecho Internacional.La llamada "guerra contra el terrorismo" ha socavado el Derecho Internacional Humanitario (DIH). Pakistán e Irán cerraron sus fronteras a los afganos durante el conflicto. EE UU rechazó las peticiones de una investigación sobre la muerte por asfixia de cientos de prisioneros de guerra afganos. Estas acciones "han legitimado la idea de que puede haber excepciones a la aplicación del DIH", asegura Rafael Vila San Juan, secretario internacional de MSF, de visita ayer en España.

Un soldado guineano escruta el cuerpo de un refugiado liberiano.
Un soldado guineano escruta el cuerpo de un refugiado liberiano.AP

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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