EE UU avisa a Corea del Norte de que puede luchar en dos frentes
El Pentágono admite que Irak ha derribado uno de sus aviones espías
El Pentágono reaccionó ayer sin agresividad verbal al derribo de uno de sus aviones espías no tripulados en la zona de exclusión aérea del sur de Irak. En presencia de su jefe, Donald Rumsfeld, el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor, dijo que los iraquíes sólo habían tenido un día de suerte. Rumsfeld reservó su característico rigor verbal para Corea del Norte, que desprecintó instalaciones nucleares el pasado fin de semana.
Para Rumsfeld, Pyongyang cometería un error si cree que la situación en Irak distrae a Washington de lo que ocurre en esa península de Extremo Oriente. "Estamos perfectamente capacitados para hacer lo que haga falta", aseguró. Rumsfeld empleo términos duros con Corea del Norte. "Es una tragedia lo que han hecho con ese país", dijo con tono de indignación tras comparar el desarrollo de Corea del Sur con la miseria del Norte.
Durante el fin de semana, Pyongyang ha desmantelado los precintos y controles que la Organización Internacional de la Energía Atómica había establecido en el reactor de Yongbion, a 80 kilómetros de la capital, en una acción que por su rapidez ha sorprendido a Washington. Corea del Norte ocupa el extremo oriental del eje del mal definido por George Bush, junto a Irak e Irán. Pensando en Corea del Norte, Bush ha dado vía libre al escudo defensivo nuclear.
Preguntado Rumsfeld si la atención dedicada por Washington a Irak puede haber envalentonado al régimen de Kim Jong Il, respondió: "Podrían cometer un error si lo hacen". Según él, Estados Unidos está en condiciones de librar simultáneamente una guerra en Irak y otra en Corea, además de la más compleja contra el terrorismo.
Un caza iraquí derribó ayer un avión espía Predator en una zona no determinada al sur del paralelo 33, el área de la que norteamericanos y británicos excluyen a la aviación de Bagdad desde la guerra de 1991. Al contrario de lo ocurrido en otras ocasiones, el Pentágono reconoció de inmediato la pérdida, que presentó como la tercera sufrida en año y medio. Myers fue poco belicoso: "Hoy han tenido suerte y han derribado un Predator, pero no va a haber una escalada".
Oferta de Bagdad a la CIA
Rumsfeld tampoco estuvo agresivo, e interrogado sobre si Estados Unidos va a responder a la oferta realizada el domingo por Bagdad de que agentes de la CIA acompañen a los inspectores de la ONU en la búsqueda de centros para la fabricación de armas de destrucción masiva en Irak, respondió: "No tengo ni idea de la decisión que se vaya a tomar".
Luego señaló que el régimen iraquí tiene "millas y millas de túneles y no sé cómo inspectores que están en la superficie pueden saber lo que pasa abajo".
El jefe del Pentágono no hizo revelaciones sobre preparativos bélicos, que fuentes de su departamento han indicado que se van a acelerar en las próximas semanas, con vista a tenerlo todo dispuesto para una apertura de hostilidades en febrero. Dijo, sin embargo, que el general Myers tiene preparada una alternativa para el caso de que se produzcan rendiciones en masa de los soldados iraquíes.
Los inspectores, mientras, se preparan para interrogar a científicos iraquíes. Los científicos han sido seleccionados a partir de la información recabada durante las inspecciones, con algunos dispuestos a cooperar y otros temerosos de las represalias que pueda adoptar el régimen iraquí. Un portavoz de los inspectores en Bagdad indicó que los interrogatorios no habían comenzado formalmente y que estaban a expensas de que se resolvieran algunos extremos. El Baradei, director de la Organización Internacional de Energía Atómica, fue más explícito: "Estamos trabajando para sacar a gente fuera de Irak".
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