Corea del Norte amenaza a EE UU con un "castigo sin piedad" en caso de guerra
El ministro de Defensa de Pyongyang responde a Rumsfeld elevando el tono belicista
Tras desafiar ayer a toda la comunidad internacional con el desmantelamiento del dispositivo de vigilancia instalado por la ONU en la central nuclear de Yongbion, el ministro de Defensa de Corea del Norte ha concretado hoy sus amenazas, advirtiendo de que "castigará sin piedad" a EE UU en caso de guerra. Pyongyang responde así a las declaraciones de ayer del secretario de Estado norteamericano, que advirtió de que su país puede librar dos guerras al mismo tiempo, en referencia a Irak y Corea del Norte.
Kim Il Chol, titular de Defensa de Corea del Norte, no se arredra ante las amenazas de Washington, y sube el tono de las declaraciones antiamericanas. Así, ha dicho que el Ejército norcoreano "luchará hasta el final contra los imperialistas". "Los halcones de EE UU son lo suficientemente arrogantes como para afirmar, sin base, que Corea del Norte ha reactivado su programa nuclear, llevando su política beligerante a un extremo muy peligroso", asegura el ministro, citado por la agencia estatal norcoreana.
"Si, ignorando a su rival, se atreven a provocar una guerra nuclear, el Ejército y el pueblo de Corea del Norte, guiados por Kim Jong Il [presidente], el comandante invencible, se levantará e infligirá un castigo sin piedad a los agresores imperialistas estadounidenses con la sola fuerza de la unidad, más potente que una bomba atómica".
Las declaraciones de Kim Il Chol vienen horas después de que el secretario de Estado de EE UU, Donald Rumsfeld, advirtiera a Pyongyang de que no aprovechara los preparativos de una guerra contra Irak para desafiar a su país, ya que es perfectamente capaz de librar dos guerras al mismo tiempo y salir victorioso de ambas.
Denuncia de Corea del Sur
Hoy, Corea del Sur ha denunciado que su vecino del norte ha comenzado a desmantelar el dispositivo de protección instalado por la ONU en la central nuclear de Yongbion. Dicha planta, que podría estar operativa en dos meses, almacena hasta 8.000 barras de combustible nuclear, suficientes para la producción de cinco bombas atómicas, según Seúl.
"Corea del Norte comenzó el lunes a retirar los precintos y a desmantelar las cámaras de vigilancia" en una la planta de Yongbion, una de las instalaciones desactivadas en virtud de los acuerdos de Ginebra de 1994, en los que Corea del Norte se comprometió con EE UU a desmantelar su programa nuclear. "Ese desmantelamiento debe estar acabado hoy mismo", ha declarado el alto cargo a los periodistas.
Corea del Norte suspendió su programa de desarrollo nuclear en 1994 por presiones de Estados Unidos, que temía que usara los centros con fines militares, y a cambio la comunidad internacional se comprometió a financiar una central nuclear de bajo riesgo y a enviar petróleo mientras dicho complejo estuviera en construcción. Pero Washington suspendió este mes el envío de petróleo después de que Pyongyang reconociera que mantuvo en secreto el programa de desarrollo de uranio enriquecido para misiles, en violación de lo acordado hace ocho años.
Al respecto, Pyongyang, a través del periódico oficial del partido en el poder, el Rodong Sinmun, declara hoy que no admite la participación en este conflicto de otro interlocutor que no sea EE UU, advirtiendo a Washington de que si trata de internacionalizar la crisis, provocará "una catástrofe incontrolable". "No hay necesidad de que un tercero se involucre en el asunto nuclear de la península [de Corea]. Debe resolverse entre Corea del Norte y EE UU, las partes en conflicto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.