La dueña de 'Clarín' se niega a declarar sobre la adopción de dos niños de detenidos-desaparecidos

Ernestina Herrera de Noble, directora y propietaria del diario Clarín, sigue detenida desde la noche del martes y su situación procesal está sumida en una gran incertidumbre. El juez federal Roberto Marquevich ordenó su detención por el presunto delito de falsificación de documento público en la adopción de sus dos hijos, que, según algunas sospechas, podrían ser hijos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.

Lo ocurrido ayer fue algo más que una ceremonia de la confusión. A primera hora de la tarde, las agencias de noticias y las ediciones de Internet de los principales periódicos difundieron la noticia de que la detenida prestó declaración indagatoria ante el secretario del juzgado federal de San Isidro, Walter Rodríguez, en ausencia del juez Marquevich. La versión aseguraba que la señora Herrera de Noble se declaró inocente y ajena a los hechos que se le imputan.

El abogado de la propietaria de Clarín, Eduardo Padilla Fox, declaró que "la señora ha estado muy tranquila, ha sido convincente en su declaración y ha manifestado su inocencia". Tras la supuesta declaración, la detenida fue trasladada nuevamente a la sede de la división de Delitos Complejos de la Policía Federal, donde cumple arresto.

Este diario contactó con el juez Marquevich, quien negó la versión difundida en los medios y aseguró que la señora Herrera de Noble se negó a declarar. "El secretario preguntó a la detenida si estaba dispuesta a declarar y ante su negativa, yo, como juez, no tenía ya nada que hacer", precisó el magistrado, quien ahora tiene 10 días para decidir la situación procesal de la acusada.

Marquevich añadió que hoy decidirá si ordena el arresto domiciliario de la detenida por razones de salud. Tanto el abogado defensor como la fiscal Rita Molina han pedido la libertad de la detenida, que es diabética y tiene una recomendación médica de no exponerse a situaciones de estrés. Éste es el principal argumento de sus abogados, que reclaman que la propietaria de Clarín, de 77 años, pueda, al menos, cumplir el arresto en su domicilio.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) calificó la detención de arbitraria y abusiva y cuestionaron al juez Marquevich, que ha ordenado con carácter compulsivo que los hijos adoptivos, Felipe y Marcela, se sometan hoy a la prueba de ADN para verificar su verdadera identidad.