_
_
_
_

Los argentinos vuelven a la calle a protestar un año después de la caída de De la Rúa

La Central de Trabajadores Argentinos anuncia una huelga general y más manifestaciones

Las cacerolas sonaron de nuevo ayer en numerosos puntos de Argentina mientras columnas de manifestantes marcharon hacia el centro de Buenos Aires para conmemorar el primer aniversario del estallido social que acabó con el Gobierno de Fernando de la Rúa. Escenas que se prodigaron durante meses en el primer tramo de este año y que poco a poco fueron difuminándose han reaparecido en toda su intensidad. Movimientos piqueteros que agrupan a desocupados, sindicatos disidentes de los gremios oficialistas y organizaciones de ahorradores tomaron las calles para recordar sus reclamaciones un año después de la revuelta de diciembre del año 2001.

Más información
La dueña de 'Clarín' se niega a declarar sobre la adopción de dos niños de detenidos-desaparecidos

Las mayores movilizaciones están previstas para hoy, 20 de diciembre, el mismo día en que el ex presidente Fernando de la Rúa huyó en helicóptero de palacio. Víctor de Genaro, líder de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), anunció una huelga general y marchas de protesta en todo el país. Desde primeras horas de la mañana, grupos de manifestantes avanzaron hacia el centro de Buenos Aires, que estaba literalmente tomado por efectivos de la Policía Federal. El recuerdo de los saqueos y la violenta represión de hace un año, junto con la campaña del miedo, interesada, de los últimos días ha hecho temer la repetición de incidentes. Pero el clima que se respiraba ayer en las manifestaciones era mucho más relajado que el de los días de diciembre de 2001. Con todo, diversos establecimientos comerciales de la provincia de Buenos Aires han reforzado ostensiblemente las medidas de seguridad.

La primera manifestación, en la que participaba un conglomerado variopinto de partidos de izquierda, organizaciones sociales y ahorradores, llegó hasta el centro financiero de Buenos Aires, donde tienen sus oficinas numerosos bancos y empresas de servicios públicos. Los manifestantes hicieron sonar los cacharros de cocina como en el pasado reciente para reclamar sus ahorros atrapados por la congelación de los depósitos. El edificio de la Bolsa de Comercio fue blanco de varios botes de pintura mientras fue quemada una bandera de Estados Unidos y la efigie de conocidos líderes políticos argentinos.

Terminaba una manifestación y empezaba otra. A medida que avanzaba la jornada, diversos grupos fueron confluyendo en la plaza de Mayo, donde se levanta la Casa Rosada (palacio presidencial). Organizaciones de piqueteros, sindicatos y agrupaciones como las Madres de Plaza de Mayo desfilaron una tras otra sin que se registraran incidentes.

Homenaje a los mártires

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En las puertas de la capital, las organizaciones de desocupados y jubilados mantenían cortadas varias vías de acceso. Su objetivo es marchar hoy hacia el centro de la ciudad para culminar en una congregación multitudinaria en la plaza de Mayo. "Salimos a la calle en homenaje a nuestros mártires, con nuestra propia seguridad. No va a ocurrir ninguna cosa rara", aseguró Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), una de las organizaciones de piqueteros más activas. Alderete tranquilizó a los comerciantes de que no habría saqueos. "No vamos a pelear pobres contra pobres, ni contra los pequeños comerciantes que nos ayudan desde hace tiempo".

Mientras la calle estaba en ebullición, el Congreso vivía una jornada maratoniana, después de una larga noche, para aprobar el presupuesto del año 2003. El texto prevé un crecimiento del 3% del producto interior bruto (PIB), un déficit de 406 millones de pesos (117 millones de dólares) y una inflación anual del 22% (el acumulado desde la Ley de Presupuesto de 2002 es del 44%). Este presupuesto es vital para las negociaciones que el Gobierno argentino mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que, según aseguró ayer el presidente Eduardo Duhalde, se firmará antes de fin de año. El apoyo de los radicales a la mayoría peronista fue clave para que el Gobierno lograra su objetivo de aumentar en 1.000 millones de pesos (290 millones de dólares) los recursos presupuestarios en relación al año anterior.

Un manifestante se dispone a quemar un retrato del presidente Duhalde ayer en Buenos Aires.
Un manifestante se dispone a quemar un retrato del presidente Duhalde ayer en Buenos Aires.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_