El 'Nautile' tapará las 14 grietas del 'Prestige'
El Gobierno pagará 1,2 millones de euros para que el batiscafo francés corte los vertidos de fuel
El Gobierno ha adjudicado al instituto francés Ifremer, propietario del batiscafo Nautile, los trabajos para sellar las 14 grietas por donde escapa el fuel del petrolero Prestige, hundido a 3.600 metros de profundidad. El presupuesto de los trabajos asciende a 1,2 millones de euros. Se espera que las labores de sellado estén concluidas -dependiendo de las condiciones del mar- hacia el 20 de enero, según explicó ayer el presidente del Comité Científico, Emilio Lora-Tamayo. Los responsables de la operación calculan que el Nautile tendrá que realizar dos inmersiones de limpieza y otras 15 o 20 hasta frenar los escapes de fuel. En el peor de los casos, el Prestige dejaría escapar hasta su sellado unas 11 toneladas diarias de fuel, un 10% de lo que pierde ahora.
El Gobierno ha adjudicado al Ifremer (Institut Français de Recherche pour l'Exploitation de la Mer), organismo público propietario del batiscafo Nautile, las labores para obturar las grietas del casco del petrolero hundido Prestige. La contratación se realiza a través de la compañía Genavir, por la suma de 1,2 millones de euros, informó ayer el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Según explicó en rueda de prensa el presidente del Comité Científico, Emilio Lora-Tamayo, se espera que para el 20 de enero pueda haberse completado el trabajo, calculando que hasta ahora el batiscafo no ha podido trabajar la mitad de los días a causa de la mala mar.
El buque nodriza del Nautile tenía previsto partir ayer noche de de Vigo para iniciar hoy los trabajos. Se calcula que serán necesarias unas 15 o 20 inmersiones hasta conseguir taponar las fugas. Es la "prioridad absoluta" del Gobierno a fin de evitar nuevas manchas en el litoral, ya que el petrolero hundido está dejando escapar al mar de 100 a 120 toneladas diarias de fuel.
Así, en el plazo de un mes tan sólo existiría, según las estimaciones "más pesimistas", alguna grieta por la que saldría un 10% de la fuga actual, es decir, en torno a 11 toneladas diarias, según los expertos.
Soluciones tecnológicas
En las dos primeras inmersiones el Nautile se dedicará a intentar despejar los obstáculos hacia los lugares de fuga (estachas y barandillas), para inmediatamente acometer el sellado de las fugas, que ya han sido clasificadas según su geometría.
El presidente del comité explicó que el fuel sólo fluye del Prestige por las grietas de la cubierta, puesto que su forro está "intacto". Así, en función de la forma de cada grieta se utilizarán diferentes soluciones tecnológicas.
Para recubrir los manguerotes de ventilación, por donde se produce "la mayor fuga", según Lora Tamayo, se utilizarán unos fieltros impermeables al fuel, que serán recubiertas de campanas de acero invertidas y, "si no pudiera ser el caso, de una doble funda".
Para obturar el resto de fugas se utilizarán, o bien tapas lastradas y campanas metálicas invertidas sobre las bitas -tuberías verticales con las que se amarra el buque-, mientras que para las más pequeñas se recurrirá a sellarlas con "bolas metálicas".
En cualquier caso, la Comisión Científica también está realizando una simulación térmica para calcular cuándo adquirirá el fuel una temperatura próxima a los 2,5 o 3 grados, a la que se supone que dejará de fluir, problema que Lora Tamayo calificó de "extremadamente complicado". Aún así, cifró dicho periodo en torno a dos o tres meses.
Sin embargo, el presidente del Comité Científico señaló que se trata de un cálculo muy complejo debido a la cantidad de variantes (ubicación de los tanques, corrientes, radiadores y otros) que se manejan.
Una vez que se consiga sellar las fugas, tarea sobre la que el comité se ha centrado hasta ahora, se pasará a una segunda fase para reunir las respuestas "científicas y técnicas idóneas para la posible extracción del fuel del pecio".
Lora-Tamayo estuvo acompañado en la conferencia de prensa por el coordinador de área de Recursos Naturales del CSIC, Joaquín Tintoré, y por el director general de Reparaciones del Grupo Izar, José Luis Moya. Todos insistieron en que lo más urgente es impedir la salida del fuel, con el fin de que en una segunda fase se puedan abordar las "respuestas más idóneas".
El Ifremer ha sido seleccionado por su capacidad tecnológica, su "conocimiento de la zona" -al haber realizado ya la exploración del Prestige- y la disponibilidad "inmediata" que ofrecía, al poder zarpar anoche mismo.
También se barajó otra opción que hubiera sido "igualmente viable", la de la compañía Smith Salvage, que comprendía la utilización de vehículos autónomos, aunque fue finalmente descartada.
El problema principal al que se enfrentan los científicos es que no existe "ningún precedente". Lora-Tamayo apuntó que deberá estudiarse la solución final "más viable", porque no hay ninguna "obvia".
Entre las "muchas ideas" que existen para esa segunda fase, (extracción del fuel o cubrirlo con un sarcófago), "el problema es que nunca se ha hecho nada a esa profundidad de 3.600 metros, por lo que se trata de un problema de ingeniería enorme. Si no, sería mucho más fácil decantarse por una opción", explicó.
Los últimos informes del Nautile tras las inmersiones de los días 12 y 15 de diciembre, concluyen que el fuel sigue fluyendo, debido a la diferencia de densidad respecto al agua. Los pequeños depósitos de fuel adheridos a diversos elementos de la cubierta tienen la apariencia de un material elástico, viscoso y adherente.
El informe recomendaba continuar con la máxima urgencia posible la obturación de las fugas con una metodología adaptada a la forma y situación de cada fuga, en el máximo número de fugas que sean accesibles. Los técnicos calculan que en el pecio del Prestige deben quedar aún entre 45.000 y 50.000 toneladas de fuel, y aunque el sellado garantiza que no habrá más vertidos, "el problema seguirá ahí abajo".
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