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Las protestas por la escasez de medios | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Cascos critica a los huelguistas de hambre y los opone a los que se vuelcan contra la marea

El patrón de O Grove dice que ellos recogían fuel cuando el ministro "andaba de cacería"

Xosé Hermida

La mayoría de los miembros del Gobierno y de la Xunta trataron ayer de evitar una controversia pública con los tres patrones de cofradías de las Rías Bajas que han iniciado una huelga de hambre para reclamar más medios, pero el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, volvió a saltarse el guión. Álvarez Cascos opuso la actitud de los patrones que han adoptado esa medida de protesta con los compañeros suyos que "están volcándose en su trabajo". "Cuando nosotros recogíamos el chapapote, él andaba de cacería", le replicó el patrón mayor de O Grove, Francisco Iglesias.

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Mientras el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, o el consejero de Pesca de la Xunta, Enrique López Veiga, trataban de no encrespar más los ánimos de los marineros, Cascos añadió leña al fuego con unas declaraciones que irritaron a los huelguistas de hambre, los patrones de O Grove y A Pobra do Caramiñal y el gerente de la cofradía de Cangas do Morrazo. Los tres han estado en primera línea organizando a los marineros desde que la marea negra empezó a amenazar las Rías Bajas. Pero el ministro, aunque expresó su "respeto" a la protesta, resaltó a continuación: "Mientras unos están en huelga de hambre, otros se vuelcan en su trabajo". Frente a las críticas de los marineros, que temen que si llega otra avalancha de fuel se encuentren de nuevo solos con sus barcos y sus manos, Cascos proclamó que el Gobierno y la Xunta están poniendo "todo lo que está al alcance de su capacidad técnica y humana" para hacer frente a la crisis.

Los marineros llevan dos semanas pidiendo infructuosamente bombas de achique para instalar en sus barcos y barreras para cercar el fuel en las rías. Pero Rajoy se toma su tiempo y, según dijo ayer en A Coruña, el Gobierno aún va a estudiar si son necesarios más medios. Como solución inmediata, el vicepresidente adelantó que asignará a un técnico de la Xunta y otro de Sasemar a cada capitanía marítima para que estudien las demandas de los marineros ría por ría.

Los patrones, que ayer iniciaron el encierro y huelga de hambre en sus respectivas cofradías, exigen algo más que promesas genéricas. "Dicen que nos han dado más medios, porque ahora tenemos botas y ropas de agua. ¿Y de qué nos sirve eso para contener la marea negra?", protesta uno de los huelguistas, el patrón de Pobra, Manuel Maneiro. "¿Seremos capaces otra vez de evitar que el fuel entre en la ría sólo con nuestros barcos? Esto sigue igual que el primer día". Maneiro resalta que en toda la ría de Arousa, donde el mar genera 28.000 puestos de trabajo directos, sólo disponen de tres bombas de achique, pese a reclamarlas desde hace días. "Y las tenemos porque las alquiló la cofradía de Cambados", resalta.

Dispuesto a permanecer indefinidamente sin ingerir otra cosa que líquidos, Maneiro no tiene demasiado ánimo para polemizar con Cascos: "Sólo le digo una cosa: para saber lo que es el chapapote, hay que estar en medio de él". Al igual que sus compañeros de Cangas y O Grove, también justifica la medida como un acto de desesperación: "Yo soy marinero y cuando vas en un barco en medio de una tormenta sin nadie al timón te sientes realmente muy desesperado".

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Aunque el viento haya dado un respiro a las Rías Bajas arrastrando las manchas hacia el norte, nadie cree que el peligro haya pasado. "Esto es sólo una tregua", advierte Maneiro. "La basura que hay en el mar acabará en la tierra. Y eso es como una hipoteca permanente para nosotros".

En las sedes de las cofradías que protagonizan la huelga se han recibido numerosos mensajes de apoyo. En O Grove, algunos marineros han expresado su propósito de sumarse al acto de protesta del patrón mayor.

Uno de los huelguistas de hambre de O Grove.
Uno de los huelguistas de hambre de O Grove.EFE

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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