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El Rey de Marruecos ofrece sus caladeros a los pescadores gallegos

Mohamed VI llamó a Aznar, quien califica el gesto de "importante"

El rey Mohamed VI de Marruecos hizo ayer un gesto espectacular de solidaridad con España que contribuirá a superar la crisis diplomática en la que está aún sumida la relación bilateral. El monarca anunció en un comunicado que los pesqueros de las regiones españolas afectadas por la catástrofe provocada por el petrolero Prestige podrán faenar, al menos durante tres meses, en la zona económica exclusiva marroquí.

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Mohamed VI llamó ayer por teléfono al rey Juan Carlos y, después, hizo otro tanto con el presidente, José María Aznar, con el que no había hablado desde el inicio de la crisis. Les ofreció las aguas marroquíes sin pedir, aparentemente, ninguna compensación. Ambos le agradecieron "el gesto de solidaridad con España", según reza el comunicado real.

En la cumbre de Copenhague, Aznar confirmó que había recibido una llamada "muy amable" del soberano, que se mostró "dispuesto a abrir una parte de sus caladeros para buques españoles, especialmente gallegos", según informó Europa Press. Agradeció el ofrecimiento, que calificó, según la agencia Efe, de "significativo, importante y digno de ser tenido en cuenta". La oferta, añadió, le alegra mucho.

Tras la "catástrofe ecológica" y su "impacto socioeconómico sobre la región, Su Majestad, el rey Mohamed VI (...) ha decidido otorgar, a título excepcional, la posibilidad de acceder a la zona económica exclusiva marroquí a los barcos de pesca de las regiones siniestradas", señala el comunicado.

La autorización tendrá una "duración de tres meses, eventualmente prorrogables en función de la evolución de la situación sobre el terreno", prosigue el texto. "Las modalidades prácticas y las condiciones técnicas" de la decisión real serán decididas ulteriomente.

"El Reino de Marruecos, vecino y amigo del Reino de España, y que cuenta con una larga tradicón marítima y de pesca, comparte plenamente las preocupaciones de las poblaciones afectadas por la catástrofe y, en especial, de los operadores gallegos que se dedican a la actividad de la pesca", concluye.

Hace una semana, las autoridades marroquíes expresaron ya su solidaridad con España. Taieb Fassi-Fihri, el número dos de la diplomacia marroquí, la puso de manifiesto en una conversación con la Embajada de España en Rabat y, a continuación, el Ministerio de Transportes marroquí hizo público un comunicado en el que resaltó los "sentimientos de simpatía" del Gobierno "con las poblaciones afectadas por el siniestro".

Rabat se sumó también, entonces, a la iniciativa hispano-francesa para mejorar la seguridad marítima. Anunció que supeditaría a una declaración previa el acceso a su zona económica exclusiva de los petroleros monocasco con más de 15 años de antigüedad.

Cuatro días después de estas manifiestaciones de solidaridad se traladaron a Madrid el titular marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, y su adjunto Fassi-Fihri, pero, según fuentes diplomáticas, ninguno anticipó que Rabat podría tener un gesto de apoyo a las poblaciones marineras de Galicia.

En círculos diplomáticos españoles se especulaba ayer con que Aznar podría responder al gesto de Mohamed VI anunciando, por ejemplo, el regreso a Rabat del embajador español, Fernando Arias-Salgado, llamado a consultas el pasado mes de julio, cuando el conflicto sobre el islote de Perejil alcanzó su apogeo.

Empezaría así un proceso de rebaja de la tensión que acelería la normalización iniciada en la reunión mantenida por Benaissa en Madrid. Desde que estalló la crisis Mohamed VI y Aznar nunca habían hablado por teléfono. Los reyes de Marruecos y de España sí lo habían hecho porque el primero quiso informarse del estado de salud del yerno del monarca, Jaime de Marichalar, que sufrió un accidente cardiovascular.

Los cerca de 500 pesqueros andaluces y gallegos que faenaban en aguas marroquíes las abandonaron en diciembre de 1999, cuando concluyó el anterior acuerdo pesquero entre la UE y Rabat. La negociación para renovarlo fracasó, en abril de 2001, y entonces Aznar advirtió de que esa ruptura repercutiría sobre la relación bilateral. Así empezó la crisis.

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