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La industria tabacalera bajó los precios en los años setenta para captar a las mujeres

Un estudio señala que los cigarrillos empiezan a costar ahora lo que hace 40 años

El precio del tabaco bajó en España en los años setenta. Tanto que sólo ahora comienza a estar en los niveles de los años sesenta, según un estudio elaborado por el profesor de la Universidad Pompeu i Fabra Ángel López-Nicolás. La bajada del precio facilitó, junto al acceso a la universidad y al mercado laboral, que las jóvenes comenzaran a fumar. Los expertos piden al Gobierno que suba el precio del tabaco para disminuir el tabaquismo.

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¿Costaba más un paquete de tabaco en 1997 que en 1961? "Sí", respondería la mayoría. "No", corrige el profesor del Centro de Investigación de Economía y Salud de la Universidad Pompeu i Fabra de Barcelona Ángel López-Nicolás. Éste ha realizado un estudio, publicado en la revista Health Economics, sobre el precio y su influencia en la salud pública. El estudio analiza el precio desde 1957 hasta 1997. Señala que la bajada empezó en 1969 y destaca que en 1975, con la aparición de Fortuna y la apertura del mercado a marcas extranjeras como Winston y Marlboro, el precio -en euros constantes de 2000- del rubio bajó a la mitad. Esto favoreció la explosión del tabaquismo. Sobre todo, en las mujeres, que no fumaban mayoritariamente. "Si baja el precio de cualquier bien, aumenta la demanda", razona con lógica económica López-Nicolás.

López-Nicolás señala que si en 1970 fumaba el 17% de las mujeres, en 1990 lo hacía el 27%. El aumento fue más espectacular entre las jóvenes: en 1970 fumaba un 10% de las mujeres de entre 20 y 29 años. En 1980, más del 30%, y en 1990, un 50%, según los datos que presentó Esteve Fernández, investigador del Instituto Catalán de Oncología y uno de los mayores expertos en tendencias del tabaquismo en España, en el último Congreso Nacional sobre Tabaquismo.

"Mensaje de igualdad"

El precio no fue el único factor. En eso coinciden Fernández y López-Nicolás. Fernández asegura que la incorporación de la mujer al trabajo y a las universidades hicieron que se equiparase al hombre. También a la hora de fumar. "La industria lo entendió y lanzó entonces una campaña de publicidad destinada a las mujeres, con mensajes de igualdad que mostraban a un hombre y una mujer fumando juntos, a la par", asegura Fernández. López-Nicolás añade: "Además extendió la idea de que el rubio era más suave y le comió el mercado al negro porque muchos hombres se pasaron al rubio". Si en 1961 las ventas de rubio suponían menos del 10% del total de cigarrillos, a partir de 1975 comienza a subir y en 1997 alcanza el 70%. El estudio termina ese año porque es el último año en que se realizó la Encuesta Nacional de Salud. Empieza en 1957 porque no hay datos anteriores. Ahora el tabaco cuesta entre 2,5 y 1,5 euros, según la marca.

El estudio no concluye si la disminución del precio fue la causa directa del aumento del tabaquismo. "No sabemos qué hubiera pasado sin la bajada del precio", afirma López-Nicolás. Y añade: "Es lógico pensar que las mujeres se hubieran incorporado al tabaquismo, por la equiparación social y el mayor poder adquisitivo, pero la bajada del precio facilitó el aumento del tabaquismo".

El aumento fue mayor entre las jóvenes porque comenzaron a fumar las universitarias. También las mujeres de clase media alta, sobre todo las que trabajaban, no las amas de casa. Siempre ocurre igual. "Comienzan las clases altas y al bajar el precio se incorporan las clases más bajas. Es la teoría de la difusión de las innovaciones", explica Fernández. Es aplicable a toda invención: del tabaco a una cámara de fotos digital.

Las clases altas también son las primeras en abandonar el tabaco. Fenández explica que, según la Encuesta Nacional de Salud, el tabaquismo es ya más frecuente entre los hombres con menos estudios o de clases sociales más bajas. En las mujeres es al revés: fuman más aquellas con mayor nivel educativo o de clase social más alta. Las mujeres, al empezar más tarde, van por detrás en la evolución de la epidemia.

En España, entre 1978 y 1992, el tabaco causó el 14% del total de las muertes, según el Ministerio de Sanidad. En 1998, las casi 1.000 muertes a la semana causadas por el tabaco, supusieron el 16% de todas las muertes. López-Nicolás estimó en un estudio encargado por Sanidad que los costes sanitarios directos generados por el tabaco en España en 2001 se encontraban entre 2.626,42 y 3.630,11 millones de euros (entre 437.000 y 604.000 millones de pesetas). Y sin incluir las bajas laborales que causa el tabaco.

España, más barata que la UE

La OMS dice que subir el precio del tabaco es una buena medida para disminuir la epidemia del tabaquismo, sobre todo porque dificulta que los jóvenes empiecen a fumar. Jaime Pinilla, profesor de Económicas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, estudió el impacto del precio sobre jóvenes de entre 18 y 24 años. "Por cada aumento del 10% en el precio, disminuye un 9% la cantidad de cigarrillos que fuman", asegura. Pinilla es autor de varios trabajos sobre los aspectos económicos del consumo de tabaco. Ángel López-Nicolás, y la Sociedad de Especialistas en Tabaquismo, entre otros, piden que se suba el precio del tabaco. Comenzó a subir en 1992, con la armonización fiscal con la UE, pero aún está lejos de la media. En el Reino Unido, el país más caro, un paquete de Marlboro costaba en agosto, 7,12 euros. En España, 2,5.El Gobierno francés subió hace 15 días el precio del tabaco un 15% para financiar gastos sanitarios. El Plan Nacional de Control y Prevención del Tabaquismo que aprobó Sanidad en octubre prevé "establecer medidas fiscales de aumento del precio del tabaco". No será en 2003, porque el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, ha anunciado que no subirán los impuestos indirectos. Sanidad pide que se saque del cálculo del IPC. El 71,8% del precio del tabaco son impuestos.López-Nicolás y Pinilla señalan que el problema es la gran variedad de precios que hay. "Una cajetilla de Marlboro cuesta 2,5 euros, pero una de Brooklyn, 1,5 euros. Cuando se sube un poco el precio, el efecto no se nota porque la gente que no puede pagarlo, no lo deja, se pasa a otra marca más barata. Se tendría que subir más para ver si funciona", dice López-Nicolás. No todos los expertos creen que el precio disminuye el inicio del tabaco. Sí hay consenso en que se fuma menos y que más gente se plantea dejarlo.Pinilla explica cómo la gran variedad de precios afecta a los jóvenes: "Es típico que empiecen fumando marcas caras, comprándolo entre varios. Cuando ya fuman de forma continuada, se pasan a marcas más baratas".

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