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EL HUNDIMIENTO DEL 'PRESTIGE'

Los marisqueros de las Rías Bajas adelantan la recogida por temor a que el fuel se extienda

El vertido daña a 18 especies de aves y afectará a los moluscos al menos durante un año

Una sensación de pánico se extendió ayer por toda la costa gallega. Los restos de fuel que ha ido dejando el Prestige amenazan ahora a las Rías Bajas, donde el destrozo podría ser mayor incluso que en la Costa da Morte por sus características geográficas -brazos de mar estrechos y de aguas calmas- y por la riqueza marisquera de la zona. Algunos propietarios de bateas han adelantado la recogida por temor a la llegada de la marea contaminante.

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En Arousa ya se ha constituido un comité de emergencia, y en localidades como O Grove los propios pescadores han decidido levantar barreras de protección por su cuenta. El alcalde de Vilagarcía, Joaquín Gago, pidió ayer a las autoridades que blinden la entrada a la ría, mientras más al sur, en Vigo, el ayuntamiento decretaba el estado de alerta. Sólo en la ría de Arousa hay 2.200 bateas de mejillón, además de importantes bancos de almeja y berberecho, las especies más vulnerables a una invasión de fuel.

Juan José González, jefe de contaminación del Instituto Español de Oceanografía en Vigo, calcula que la producción pesquera y marisquera en la zona ya afectada tardará entre cinco y nueve meses en recuperarse. "Es una proyección con mucho margen de error, pero basada en nuestra experiencia en otros casos similares", explicó González. Para especies como la almeja, el berberecho y el mejillón, escasas en la Costa da Morte pero muy abundantes en las Rías Bajas, el periodo de recuperación oscila entre los 10 y 16 meses. Los sedimentos, según González, suelen permanecer en el fondo rocoso entre uno y dos años, y en el fangoso entre tres y cinco.

Dos factores, más relacionados con la suerte que con la previsión, han impedido por el momento que la catástrofe ecológica fuera mucho peor. El primero, paradójicamente, es que la zona litoral afectada es muy amplia (unos 130 kilómetros), con lo que la cantidad de fuel en cada punto es relativamente baja. El segundo es que no estamos en verano: los seres vivos más gravemente afectados por los vertidos son los pequeños organismos que constituyen el plancton marino, y en estas fechas hay pocos.

Unos milímetros

"La parte mala es que la zona litoral contaminada es muy amplia, y la buena es que el fuel está, por tanto, muy repartido", explica Ricardo Prego, científico titular del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "La capa que contamina las rocas y los sedimentos es de unos pocos milímetros, y se podrá eliminar más fácilmente que otras veces".

Prego fue uno de los científicos que analizó las consecuencias del vertido del Mar Egeo, en 1992, también frente a las costas gallegas. "El Mar Egeo dejó salir más de 70.000 toneladas de fuel, y como estaba muy pegado a la costa coruñesa, la contaminación se concentró en una zona reducida y destruyó el sedimento", recuerda Prego. "Del Prestige, en cambio, sólo han salido entre 5.000 y 10.000 toneladas, y su dispersión por el litoral es mucho mayor, con lo que cada punto está mucho menos afectado".

Por supuesto, esta situación podría cambiar si el Prestige, que se hundió ayer a 230 kilómetros de las islas Cíes, siguiera liberando una parte sustancial de las 70.000 toneladas de combustible que aún llevaba en sus tanques, una posibilidad sobre la que los expertos discrepaban ayer. Frente a la opinión de algunos expertos franceses, el investigador Antonio Cortés, del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC, aseguró que, a la profundidad a la que se hundió el barco, la alta presión (unas 4.000 atmósferas) y la baja temperatura solidificarían el fuel en el fondo marino, impidiendo nuevas fugas.

Las consecuencias biológicas más visibles del vertido son las aves afectadas directamente por el fuel. Según la Sociedad Española de Ornitología (SEO) y la organización ecologista BirdLife International, 18 especies de aves marinas se han visto ya afectadas por el vertido, incluidas la gaviota de pata amarilla, la gaviota de dorso negro, la gaviota de cabeza negra, el cormorán, el alcatraz atlántico y el alca torda. Casi todas estas especies están en plena migración hacia el sur desde Francia y el Reino Unido.

Otras consecuencias son invisibles. El ecosistema marino, incluido el litoral, depende de los pequeños organismos conocidos colectivamente como plancton, que viven cerca de la superficie del agua. El combustible flotante mata a gran parte del plancton, y contamina al resto.

Después, durante varios meses, incluso cuando la mancha de petróleo haya desaparecido, los moluscos y otros animales que se alimentan filtrando el plancton resultan contaminados. Muchos mueren, y el resto padece un grave debilitamiento.

Entre las especies que viven tanto en las rocas como en los sedimentos cercanos al litoral, y que resultarán gravemente afectadas se encuentran algunas de las más importantes para la economía gallega, como las almejas, los berberechos, los mejillones, las navajas y los percebes. Prego predice que se verán muy afectados durante un año. Otros expertos hablan de varios, pero se refieren a consecuencias más sutiles.

El Centro de Control del Medio Marino, un organismo de referencia dependiente de la Xunta, está trabajando a toda presión para evaluar las consecuencias del vertido. Su director, Juan Maneiro, explica que la afectación del litoral es desigual. "Las zonas más batidas por el agua están limpias, y casi todo el fuel está acumulado en las áreas donde el mar bate menos, como las playas y las ensenadas".

Maneiro distingue entre los efectos directos y los indirectos del vertido. Respecto a los primeros, asegura que "no hay ningún banco marisquero o pesquero cubierto totalmente por el fuel". Sobre los segundos, su evaluación es más incierta.

"El fuel se va alterando en el agua, primero debido a la oxidación por la luz solar, después por la actividad de los microorganismos, y algunos de sus productos de descomposición se van disolviendo en el agua", explica Maneiro. "Esos compuestos dificultan la respiración y la reproducción, y alteran el comportamiento de numerosos organismos que los ingieren, empezando por el plancton y siguiendo por toda la cadena trófica. Algunos compuestos son cancerígenos para los animales. La biodiversidad se ve afectada porque muchas especies desaparecen y sus nichos ecológicos son ocupados por otras especies oportunistas. La situación es reversible, pero es pronto para predecir en qué plazo. Esperamos que sean meses y no años".

Maneiro prosigue: "La situación es bastante grave, pero no tan catastrófica como la han pintado algunos. El fuel que de momento ha llegado a la costa es poco, y los daños dependerán sobre todo de dónde se sedimente: si en zonas muy productivas o no".

La proa del <b></b><i>Prestige</i> flota sobre las aguas mientras se hunde con su carga de fuel.
La proa del Prestige flota sobre las aguas mientras se hunde con su carga de fuel.REUTERS

Compuestos cancerígenos

El Centro de Control del Medio Marino, un organismo de referencia dependiente de la Xunta, está trabajando a toda presión para evaluar las consecuencias del vertido. Su director, Juan Maneiro, explica que la afectación del litoral es desigual. "Las zonas más batidas por el agua están limpias, y casi todo el fuel está acumulado en las áreas donde el mar bate menos, como las playas y las ensenadas".

Maneiro distingue entre los efectos directos y los indirectos del vertido. Respecto a los primeros, asegura que "no hay ningún banco marisquero o pesquero cubierto totalmente por el fuel". Sobre los segundos, su evaluación es más incierta.

"El fuel se va alterando en el agua, primero debido a la oxidación por la luz solar, después por la actividad de los microorganismos, y algunos de sus productos de descomposición se van disolviendo en el agua", explica Maneiro. "Esos compuestos dificultan la respiración y la reproducción, y alteran el comportamiento de numerosos organismos que los ingieren, empezando por el plancton y siguiendo por toda la cadena trófica. Algunos compuestos son cancerígenos para los animales. La biodiversidad se ve afectada porque muchas especies desaparecen y sus nichos ecológicos son ocupados por otras especies oportunistas. La situación es reversible, pero es pronto para predecir en qué plazo. Esperamos que sean meses y no años".

Maneiro prosigue: "La situación es bastante grave, pero no tan catastrófica como la han pintado algunos. El fuel que de momento ha llegado a la costa es poco, y los daños dependerán sobre todo de dónde se sedimente: si en zonas muy productivas o no".

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