La centenaria Leni Riefenstahl inaugura su exposición sobre los nubas en Sevilla
La polémica cineasta alemana mostrará dos películas rodadas con 70 años de diferencia
Es increíble!, está espectacular'. El comentario era unánime ante la imagen de la centenaria Leni Riefenstahl bajando las alfombradas escaleras de la Casa de la Provincia del brazo de dos de sus anfitriones en Sevilla. Acostumbrados a la estampa enlutada y ausente de los que han alcanzado el siglo en nuestro país, la directora de cine alemana sorprendió a la multitud de periodistas que la aguardaba ayer no sólo por su aspecto físico, sino, también, porque demostró que la cabeza es lo que mejor le funciona.
Bailarina, actriz, directora y fotógrafa, la polémica artista está aún en activo. Celebró su 100 cumpleaños el pasado agosto con el estreno de Impresiones bajo el agua, una filmación submarina que ella misma grabó cumplidos ya los 70 años. Esta cinta y su primera película, La luz azul (1932), se proyectarán mañana dentro del programa del Festival de Cine y Deporte de Sevilla.
'Quiero decir lo feliz que me siento por estar aquí, porque hace décadas que soy una gran amante de España. La última vez que estuve fue en 1943, hace casi 60 años, y recuerdo todavía que en esa ocasión pasé toda una noche despierta. Estuvimos viendo a una bailarina tan maravillosa que la miramos hasta el amanecer', comentó ayer la directora de cine alemana, relegada durante décadas por sus películas sobre el nacionalsocialismo y su amistad con Hitler. Dos de las obras que hizo durante el régimen nazi, El triunfo de la voluntad (1935) y Olympia (1938), están consideradas piezas maestras.
Leni Riefenstahl, una de las grandes pioneras del cine documental, inauguró ayer en el Museo de Carruajes de Sevilla su exposición fotográfica La última mirada sobre los nubas. Las fotografías en color que realizó sobre los nubas durante tres viajes a Sudán (África) entre 1962 y 1975 retratan una realidad que ha desaparecido. 'Se trata de su mejor trabajo fotográfico. Además tiene el valor de ser el testimonio de algo que ya no existe. Cuando viajó por primera vez a Sudán, los nubas vivían aislados del mundo, ahora la civilización ha trastocado todas sus costumbres', comenta Manuel Grosso, comisario de las dos exposiciones que se exhiben en Sevilla.
La última mirada sobre los nubas reúne 71 fotos en color, la mayoría son de 80 - 80 centímetros; pero se incluyen 14 copias de gran formato que se positivaron para una anterior muestra en Japón. Las más grandes, de 240 - 160 centímetros, retratan a los nubas durante un ritual en el que se pintan la cara, y se han colocado a las puertas del Real Alcázar, el lugar que acoge otra muestra sobre la vida de la directora alemana que antes de llegar a Sevilla pasó dos días en Granada.
Riefenstahl, una de las primeras en filmar localizaciones auténticas, visitó España en dos ocasiones para rodar escenas de su película Tierras bajas (1940-1954). Estuvo en 1933 y diez años después, cuando logró retomar el proyecto. 'En España he visto norte, sur, este y oeste. Cuando estaba buscando los motivos para Tierras bajas cogí mi pequeño Mercedes y recorrí el país. Iba de una sorpresa a otra, de una maravilla a otra. Ciudades como Ávila, Salamanca, Burgos y Granada que hicieron que me enamorara de este país', dijo la directora con voz firme y segura.
Leni Riefenstahl, que en esta primera aparición pública no dio lugar a preguntas, quiso volver a la Alhambra. Durante su reencuentro con el palacio, la cineasta alemana no paró de interrogar sobre los rincones que guardaba en su privilegiada memoria. 'Insistía en que la llevaran a un lugar que ninguno de sus guías logró identificar. Ella describía la vista que recordaba desde la ventana, pero no lo identificaron. Por la tarde la llamaron para decirle que, efectivamente, el lugar existe y es una recóndita habitación que lleva más de 30 años cerrada. Cuando quiere recordar algo no cede hasta encontrarlo, así que quiso volver el miércoles para encontrarse con sus recuerdos', explica Grosso.
Una mirada sobre su vida, la segunda de las exposiciones de Riefenstahl que podrá verse en el Real Alcázar del 4 al 23 de noviembre, reúne 80 fotografías, casi todas en blanco y negro, en las que la polifacética artista aparece en las distintas facetas de su vida, sin eludir sus trabajos para el régimen nazi. Incluye sus comienzos como bailarina bajo la dirección de Max Reinhardt, su etapa de actriz en películas como La montaña sagrada, de Arnold Franck, o la creación de su propia productora, con la que en 1932 debutó con La luz azul, la película con la que comenzó su fama internacional.
Babelia
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