75.000 profesionales sanitarios compiten en las mayores oposiciones de la historia

Más de 20.000 médicos comenzaron ayer las pruebas para conseguir un puesto de trabajo fijo en el Sistema Nacional de Salud. Les seguirán durante los próximos 18 meses otros 55.000 profesionales de las demás categorías, desde enfermeros a administrativos. El proceso durará 18 meses y costará 2,3 millones de euros. Con estas pruebas se pretende poner fin a la temporalidad de las plantillas de los centros sanitarios, que en algunos casos llegaba al 70% del personal (la media entre los facultativos es del 42%). La última oposición de médicos especialistas que salió adelante fue la de 1989.

'Es la última oportunidad para muchos que llevamos hasta 15 años trabajando en el antiguo Insalud', afirmó el portavoz de la Asociación Nacional de Facultativos Especialistas Interinos (ANFEI), Pedro Tarquis. Con la transferencia de la sanidad a las comunidades autónomas, 'será muy difícil que vuelva a repetirse una convocatoria parecida', declaró.

También los responsables del Ministerio de Sanidad han insistido durante la semana pasada en la 'excepcionalidad' de la oferta pública de empleo. 'Cuando nos lo planteamos era casi una utopía', afirmó el viernes el antiguo director de recursos humanos del Insalud, Juan Luis Gordo. 'La temporalidad ha distorsionado todos los niveles del Sistema Nacional de Salud y ha complicado las relaciones laborales en todos los centros. Su solución va a suponer una mejora en la calidad del sistema', añadió.

238.000 solicitudes

El ministerio ha recibido más de 238.000 solicitudes correspondientes al antiguo Insalud. Con ellas se cubrirán 7.149 de médicos especialistas, 13.755 de sanitarios no facultativos, 11.089 de personal no sanitario y 5.085 de atención primaria. El resto de las plazas, hasta superar las 75.000, corresponden a Andalucía, Galicia, la Comunidad Valenciana, Navarra y Canarias.

Pese a la aparente desproporción (7,66 peticiones por plaza), fuentes del ministerio explican que ello se debe a que muchos trabajadores han presentado cuatro o más instancias. 'El fin del proceso es la consolidación del trabajo de los interinos ya existentes, como se refleja en la ley que lo convoca' indicaron. Los que mejor parados salen en el reparto son los facultativos, con 1,86 inscripciones por plaza.

Este espíritu de la ley se ve claro en la convocatoria de ayer. En vez de un examen, los médicos tenían que redactar una memoria con cuatro puntos: un análisis de los requerimientos del puesto al que optan, los conocimientos y medios necesarios para desempeñarlo, su nivel de responsabilidad y la importancia de sus funciones dentro de la organización. La prueba será anónima (bajo plica) y la evaluará un tribunal formado por jefes de servicio y representantes de las sociedades médicas.

En esta primera fase se valorarán también los méritos y la antigüedad. Quienes la superen adquirirán la condición de 'fijos en expectativa de destino', y podrán optar a la provisión de plaza. Los interinos tendrán ventaja en este segundo paso sobre otros médicos que se hayan presentado (fijos con plaza en propiedad que quieran un traslado o que no estén trabajando en la sanidad pública), ya que dependerá de una entrevista con el jefe de servicio al que optan, que será, en la mayoría de los casos, su superior actual.

En las otras categorías profesionales habrá una oposición con un temario. Las próximas en realizarse, el 15 de diciembre, afectarán a ingenieros técnicos y superiores, bibliotecarios, matronas e higienistas mentales.

Al menos una veintena de médicos que estaban inscritos se perderán la convocatoria. Entre ellos hay una embarazada de gemelos con riesgo de aborto. El Sindicato Médico de Madrid presentó el viernes a Sanidad estos casos, según el representante de la organización, Alfonso García Montes. El subsecretario de Sanidad, Pablo Vázquez, afirmó el viernes que se estudiarán estos casos 'muy exigentemente'. 'Habrá que verlo. De momento no tenemos respuesta', declaró ayer el portavoz sindical.