Una operación de 100 millones grabada en una cinta
Ucrania ha dejado de ser el bastión de EE UU frente a Rusia en el espacio postsoviético, debido a las malas gestiones del presidente, Leonid Kuchma. Washington ha anunciado que congela la millonaria ayuda que había prometido a Kiev a causa de la presunta venta de un sistema de radar a Irak. Con ello, el régimen ucranio queda muy debilitado, ya que al acoso de la oposición, que exige su renuncia, se ha sumado ahora la pérdida del apoyo norteamericano, fundamental para la superviviencia del régimen de Kuchma. Kiev se ha apresurado a negar la venta del radar a Bagdad, pero las cintas en poder de EE UU muestran que el presidente ucranio al menos dio el visto bueno a la operación.
Las cintas en las que Kuchma aprueba la venta de radares Kolchuga, forman parte de las que su ex guardaespaldas, Nikolái Melnichenko, se llevó a Occidente cuando huyó de Ucrania. En ellas, entre otras cosas, Kuchma da orden de silenciar al periodista Gongadze, para conseguir que deje de criticar al Gobierno. Gongadze fue asesinado salvajemente poco después de la conversación que grabó Melnichenko.
De acuerdo con las grabaciones, Valeri Máltsev, el entonces director de Ukrsptstexport, la empresa estatal que se ocupa de la exportación de armamento, informó a Kuchma de que Irak quería comprar radares Kolchuga a través de un intermediario jordano y que estaba dispuesto a pagar 100 millones de dólares. Máltsev propuso que se enviara el sistema a través de la firma Kraz y que expertos ucranios con pasaportes falsos fueran a supervisar la instalación del radar. Kuchma dio su visto bueno después de advertir a Máltsev que el intermediario jordano debía permanecer callado. La presunta venta del radar Kolchuga ha provocado la suspensión de los 55 millones de dólares que Ucrania debía recibir en el marco del Acta de Apoyo a la Libertad, concebida para financiar las reformas en los países de la ex URSS.
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