Paraguay pendiente del maná del FMI

Paraguay se debate entre la creciente corrupción y el cumplimiento de los ajustes fiscales impuestos por el FMI para que pueda acceder a un crédito de 200 millones de dólares. La crisis de Mercosur ha dejado desarbolada la economía de este pequeño y pobre país.

La economía paraguaya se contraerá entre el 2% y el 3% en 2002. El guaraní se ha devaluado un 20% desde enero y la inversión extranjera se ha reducido a la mitad: 66 millones de dólares

Las portadas de los principales periódicos paraguayos difundieron en las últimas semanas que empleados de la Aduana poseen mansiones, yates y coches de lujo, pese a que su nómina oscila entre 200 y 250 dólares por mes. Los funcionarios están acusados de facilitar el contrabando de toda clase de mercaderías. De ahí que un dirigente de la Asociación de Industriales de Paraguay, Petronio Muñoz, le haya pedido irónicamente al Gobierno de Luis González Macchi que le ceda 700 puestos en las administraciones aduaneras y portuarias. 'Si van a seguir robando, mejor que lo hagamos nosotros, que cuando menos vamos a reinvertir', declaraba Muñoz al periódico ABC Color.

Paraguay se debate en nuevos casos de corrupción, mientras intenta cumplir los ajustes fiscales y financieros que le exigió el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un crédito de 200 millones de dólares. Aguarda esta ayuda con tan apremiante necesidad como Argentina la suya. A principio de mes, Brasil recibió 3.000 millones y Uruguay 1.500 millones para contrarrestar la crisis regional. Paraguay, otra de las víctimas del efecto tango y sobre todo de la inestabilidad brasileña, logró que el pasado día 13 la gerencia del FMI recomendara a su directorio la aprobación de un préstamo contingente. No obstante, el dinero sólo llegará si el Congreso aprueba aumentos de impuestos y una reforma del sistema financiero, contagiado por la fuga de depósitos de Argentina.

Caída del Banco Alemán

La crisis de los socios de Mercosur asestó este año a Paraguay un deterioro de la economía, que en 2001 había crecido el 2,7%, al mismo ritmo que su población. En 2002 se contraerá entre el 2% y el 3%. El guaraní se ha devaluado el 20% desde enero. La inversión extranjera se redujo a la mitad: 66 millones de dólares. Sin embargo, el peor signo de la crisis ha sido la caída del Banco Alemán, el segundo del país. Esta entidad, perteneciente a la familia uruguaya Peirano, sufrió una fuerte salida de depósitos después de que cerraran otros dos bancos de los mismos dueños en Argentina (Banco Velox) y en Uruguay (Banco de Montevideo). El Banco Central paraguayo intervino el Alemán, lo que desencadenó fugas de capitales en otras entidades. A contrarreloj, el Congreso aprobó una ley para adelantar la devolución de depósitos a los usuarios del banco intervenido, en un intento por calmar al resto de los ahorradores. Los hermanos Juan y José Peirano fueron procesados por desviar 100 millones de dólares de depósitos del Alemán al Velox, al Banco de Montevideo y al Trade & Commerce Bank, la filial del grupo en el paraíso fiscal de las islas Caimán. José ha sido detenido en Uruguay, pero Juan sigue prófugo.

El Gobierno del presidente Luis González Macchi necesita la ayuda del FMI para fortalecer las reservas internacionales, que cayeron a su mínimo histórico: 550 millones de dólares, más del 10% en los últimos tres meses.

González Macchi, sobre el que pesan denuncias de corrupción y el rechazo del 92,7% de la ciudadanía, necesita reservas para sostener la moneda y crear un fondo de garantía del sistema bancario. 'Si no viene el préstamo del FMI, el Estado no pagará en octubre salarios a sus 160.000 funcionarios y 30.000 contratados', amenazó el senador Juan Carlos Galaverna, del oficialista Partido Colorado, que gobierna el país desde 1947. Los analistas confían en que la mayoría de esta fuerza en el Congreso permita la aprobación de las medidas recomendadas, pero ya están emergiendo opositores entre legisladores oficialistas y empresarios.