Un estudio del Gobierno murciano admite que el regadío crece sin freno por el agua de fuera

La Comunidad de Murcia es la única de Europa que presenta un 'muy alto riesgo de desertificación', según el Gobierno regional, pero, al mismo tiempo, la extensión de las tierras dedicadas a regadío agrícola 'no hace sino aumentar', en un proceso 'imparable', según afirma el mismo Ejecutivo. Los datos proceden del estudio de impacto territorial del Plan de Ordenación del Territorio del Litoral. El trabajo pone de manifiesto un crecimiento de la superficie dedicada al regadío. El propio texto oficial asegura que ello es posible gracias al agua que llega de fuera.

El documento, aunque excluye la costa de Cartagena, considera que la causa de la disminución de la superficie dedicada a la agricultura de secano es la mayor rentabilidad por hectárea de los regadíos. 'Unido a la posibilidad de abastecimiento con aguas foráneas, hace que la situación sea imparable', afirma.

La implantación de nuevos regadíos está prohibida desde la puesta en marcha, en 1986, de la Ley del Suelo, corroborada por toda la legislación posterior, sobre todo el Plan Hidrológico del Segura y del Plan Hidrológico Nacional, que consagran la limitación.

Este punto ha sido uno de los más polémicos en la cuestión del agua. Desde los Gobiernos de Castilla-La Mancha y Aragón, ambos en manos de socialistas, se mantiene el rechazo a la utilización de las aguas trasvasadas desde el Tajo, y en el futuro desde el Ebro, en los nuevos regadíos y en los nuevos campos de golf incluidos en el Plan de Ordenación Territorial del Litoral de la Región de Murcia.

El hecho de que la necesidad de agua se haya acelerado de forma exagerada no hace sino 'confirmar' las críticas vertidas desde los sectores de defensa de la naturaleza. Por ejemplo, Ecologistas en Acción denuncia periódicamente ante la Guardia Civil la extensión en nuevos terrenos de la agricultura intensiva mediante regadío.

Pone de manifiesto, también, que a lo largo del litoral murciano existe una 'sobreexplotación' de los acuíferos por 'el desarrollo de nuevos regadíos y el creciente desarrollo turístico con necesidades cada vez mayores de agua potable', según el estudio de impacto territorial, lo que implica 'el agotamiento de los acuíferos y la destrucción indirecta de los humedales asociados a su descarga'.

Riesgo de desertificación

El estudio oficial procedente del Gobierno de la región de Murcia explica también que esta comunidad es la única de Europa calificada como de 'muy alto riesgo de desertización'. Se calcula que el 76% del territorio está erosionado y un 44% sufre pérdidas de suelo superiores a las admisibles.

La explotación de las aguas subterráneas también genera un proceso, similar al del resto de costas mediterráneas, de salinización de los acuíferos, ya que al estar al mínimo de capacidad se facilita la filtración de agua marina desde la costa.

Las principales organizaciones agrarias de Murcia, Coag y Asaja manifestaron ayer su rechazo al nuevo Plan de Ordenación que, según aseguran, aplica un enfoque turístico y plantea la posibilidad de expropiación de tierras por parte del Gobierno regional, según el secretario general de Coag, Francisco Gil.

El vicepresidente del Ejecutivo murciano y portavoz de la Presidencia, Antonio Gómez Fayrén, rechaza de plano estas acusaciones. En relación con el informe procedente de la propia Consejería de Turismo que califica de 'imparable' la extensión de los regadíos, Gómez Fayrén aseguró que la región es un ejemplo de gestión de agua.

Según aseguró, viajan a Murcia responsables del agua de diferentes países, por ejemplo Israel o, estos días, una delegación procedente de China.