Las lluvias y el granizo arruinan la cosecha de caqui de La Ribera
El mal tiempo de agosto reduce un 12% la venta de helados
El granizo ha acabado con el 90% del caqui que se produce en La Ribera. Las tormentas de finales de julio y agosto han sido especielmente duras con este cultivo, que se concentra en un 90% en la comarca, la más afectada por el pedrisco, que también ha dañado a los cítricos, como apuntó ayer la Unió de Llauradors i Ramaders. Otro sector perjudicado por el mal tiempo de este verano ha sido el relacionado con los helados, cuyas ventas han bajado un 12%, así como el negocio de los propietarios de terrazas de bares y discotecas.
El granizo de la semana pasada, pero también el fuerte pedrisco caído el 31 de julio, son los responsables de que el 90% del caqui que se produce en La Ribera no pueda ser comercializado. María Jesús Arena, delegada comarcal de la Unió de Llauradors i Ramaders en La Ribera Alta, apuntó ayer que el área más perjudicada ha sido una franja de campos que atraviesa las localidades de Guadassuar, L'Alcúdia, Carlet, Algemesí, Benimodo y Carcaixent. Algunos de estos municipios, como Guadassuar y L'Alcúdia están estudiando solicitar la petición de zona catastrofica, ya que además del caqui, las tormentas han afectado a los cítricos.
En este sentido, la consejera de Agricultura, Pesca y Alimentación, María Ángeles Ramón-Llin, anunció ayer que el Consell subvencionará el coste de los tratamientos anti-hongos y el coste de los árboles arrancados que resultaron afectados por el pedrisco caído el pasado 31 de julio en la comarca de La Ribera. Los daños totales provocados por el mal tiempo en julio y agosto aún no se han podido evaluar, como comentó ayer la consejera, quien también apuntó que 'en general', las lluvias han sido beneficiosas para la mayoría de los cultivos, excepto para la uva temprana y los afectados por el granizo. A ello se suma el cultivo de níspero, que también se ha visto perjudicado por la lluvia y las tormentas
El tiempo atípico de este verano, marcado por las precipitaciones, y por temperaturas más suaves que en veranos anteriores, han provocado un descenso de la venta de helados de un 12% en la Comunidad, según indicó José Luis Gisbert, presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos, que engloba a 400 productores. 'Sobre todo ha caído la demanda de granizados y de helados', especificó Gisbert. 'La gente no consume como en veranos anteriores, y la caída del turismo alemán y centroeuropeo en general también se ha notado', explicó. En las terrazas, restaurantes y bares la campaña, según algunos hosteleros, ha sido 'más floja'. La implantación del euro, el mal tiempo y la reducción del número de turistas se ha hecho notar. En algunos casos, como en Santa Pola o en la isla de Tabarca los ingresos han caído entre un 15% y un 20%, según José Esplá, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de la Provincia de Alicante, que también ha notado una reducción del turismo internacional y considera que la campaña se salvará por los clientes habituales.
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