Aviones de EE UU vigilarán mañana la toma de posesión de Uribe como presidente de Colombia

Colombia estrenará mañana presidente. Álvaro Uribe, en un acto que romperá muchas reglas, tomará las riendas de un país ahogado en problemas. El temor de las autoridades de que 'algo ocurra' ese día es grande. El espacio aéreo de Bogotá será controlado por aviones de EE UU, a petición de la fuerza aérea colombiana, después de las informaciones que hablaban de la posibilidad de un atentado desde el aire.

La policía secreta asegura que la orden de la guerrilla de las FARC es atentar contra Uribe, otros dignatarios y empresas oficiales. El fin de semana, Bogotá vivió una oleada terrorista: estalló un coche bomba en un sector financiero del norte de la ciudad y dos artefactos en alcaldías locales. Una persona murió y otra resultó herida. Según el ministro del Interior, se 'salvaron varias vidas' gracias a tareas de prevención. Siete presuntos guerrilleros fueron detenidos con armas de largo alcance.

Más de 10.000 hombres de los organismos de seguridad se encargarán de evitar sobresaltos durante la ceremonia de transmisión de mando que se hará a puerta cerrada en el Congreso. Dos anillos de seguridad alrededor de la plaza de Bolívar, un coche blindado para un recorrido de apenas dos manzanas y credenciales hasta para la familia del presidente y sus ministros forman parte de la 'compleja' estrategia de control.

A las tres de la tarde, Uribe prestará juramento. Los periodistas acreditados seguirán a larga distancia la ceremonia a la que asistirán 10 jefes de Estado, además del príncipe Felipe de España. Tras la jura, tomarán posesión los ministros y se presentarán proyectos en el Congreso, entre ellos un referéndum para la reforma política y un estatuto antiterrorista que otorga facultades especiales a las fuerzas militares.

Uribe quiere imprimir desde ya su ritmo: 'Austeridad y trabajar, trabajar, trabajar'. Llega a la presidencia con varios récords: ha realizado ya tres consejos de ministros, su Gabinete estuvo armado poco después de ganar las presidenciales del 26 de mayo y ha desatado polémicas con varios de sus anuncios, sobre todo con el llamamiento a los reservistas del Ejército.

Los días de Gobierno de Andrés Pastrana se agotan en medio de balances marcados por las críticas. La esperanza de lograr un acuerdo que permita la libertad de 40 militares y más de 20 políticos, secuestrados por las FARC, con la intención de lograr una ley de canje, se diluyó este fin de semana.

El viernes, Pastrana ofreció excarcelar a 40 guerrilleros a cambio de los secuestrados políticos; pero la guerrilla dice que jamás conoció la propuesta. Otro problema pendiente para el nuevo mandatario que recibe un país al borde de la bancarrota y desbordado por la violencia.