Uruguay impone restricciones a la retirada de fondos para evitar la quiebra de los bancos

El Gobierno de Uruguay, que mantiene los bancos cerrados desde el 30 de julio, decidió ayer restringir la devolución de fondos a los ahorradores con medidas que recuerdan el temido corralito argentino. El vicepresidente uruguayo, Luis Hierro, dio pocos detalles del plan. En principio, los depósitos en los bancos públicos y en los privados con participación estatal que no puedan afrontar los pagos se devolverán en tres años. Los reintegros se harán en efectivo y en la misma moneda en que fueron constituidos, y los bancos compensarán a los afectados con un interés de dos puntos sobre la media del mercado.

El Gobierno adelantó el plan, pero no confirmó ningún detalle. La incertidumbre es fuerte. En principio, los depósitos se devolverán en tres años y en tres tramos: el 25%, el primer año; el 35%, el segundo, y el 40%, el tercero. El Ejecutivo también garantizó que se devolverán en la moneda en que están y con una compensación. Añadido a esto, la prensa uruguaya coincide en que la ley que autoriza las restricciones sería aprobada de inmediato por el Parlamento para que los bancos reabran el lunes.

Hasta el momento se conoció que el presidente Jorge Batlle convocó el jueves por la noche a los líderes políticos de la oposición a una cumbre de la que participaron también el ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, y el presidente del banco central, Julio de Brun. De esa reunión salió el compromiso de aprobar este fin de semana, en sesiones extraordinarias del Congreso, la reprogramación de la devolución de los depósitos, que sólo afecta a los bancos públicos. Los representantes de la banca privada aseguran que podrán devolver el dinero de los ahorradores cuando los bancos reabran.

El Gobierno ya ha intervenido el Banco de la República y el Hipotecario y aún no se ha confirmado, pero se hará o se ha hecho cargo de la gestión del Banco de Montevideo, la Caja Obrera, el Comercial y el de Crédito. La devaluación del 60% del peso uruguayo en lo que va del año se agravó desde el pasado 20 de junio, cuando el banco central liberó el tipo de cambio del peso. Sólo en julio, la divisa perdió el 27% su valor.

'Argentinodependientes'

La situación es muy grave. Un país argentinodependiente como Uruguay no podía soportar más. La fuga de depósitos de los ahorradores argentinos en estado de pánico aceleró la caída. Las reservas del banco central se redujeron a niveles mínimos, por debajo de los 700 millones de dólares. El sistema sólo podía soportar así dos semanas más. Entonces se decidió cerrar los bancos y buscar una solución que evitara caer en la trampa del corralito, las restricciones a la retirada de fondos impuestas en Argentina que, justamente ayer, se eliminaron para los nuevos fondos que ingresen en los bancos.

El país reclamaba al Fondo Monetario Internacional (FMI) un adelanto de la ayuda financiera comprometida por 1.100 millones de dólares que, finalmente, fueron concedidos. Añadido a esto, el Ejecutivo cree inminente un nuevo crédito del fondo por otros 1.500 millones. En total, Uruguay recibiría ayudas por casi 3.000 millones.

La crisis uruguaya detonó con la misma secuencia de escenas de un filme ya visto en la periferia de Buenos Aires a finales de diciembre. Los saqueos a supermercados y almacenes se reprodujeron alrededor de los cantegriles, las villas miseria de Montevideo. Más de quince comercios fueron asaltados y el Gobierno se ha visto obligado a establecer un plan especial de seguridad al que están adscritos 'todos los recursos', incluidos los cadetes de la policía y helicópteros de la Fuerza Aérea. La policía detuvo a más de veinte personas, reforzó las patrullas en los barrios y desplegó unos 400 agentes para contener el estallido social. El ministro del Interior, Guillermo Stirling, aseguró que 'los saqueos se hicieron en forma simultánea y a la misma hora, lo que da certeza de que fue una acción premeditada'. La mitad de los 3,3 millones de habitantes está bajo la línea de pobreza.

La central sindical PIT-CNT, la más importante del país, advirtió al Gobierno 'contra el intento de resolver esta dramática situación por la vía de la represión y el ataque a las libertades públicas', y reclamaron 'medidas urgentes para resolver el problema de la comida'.