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CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL SIDA

Decepción de las ONG por la falta de compromisos para frenar la epidemia

Bangkok toma el relevo para organizar la conferencia de 2004

Las organizaciones sociales, uno de los pilares básicos de la Conferencia del Sida, hablaron ayer de 'decepción' y 'sensaciones agridulces' al evaluar los escasos acuerdos conseguidos en Barcelona para luchar contra la pandemia del sida globalmente. 'No sé si ha valido la pena gastar tanto dinero', afirmó el portavoz de las ONG internacionales Shawn Mellors al recordar los 14 millones de euros invertidos en el evento. Por el contrario, los organizadores de la conferencia destacaron 'el elevado nivel científico' del encuentro.

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Shawn Mellors, que también forma parte del comité organizador, lanzó una frase para reflexionar: 'Un total de 48.000 personas han muerto de sida en el mundo durante los seis días de la conferencia. Me pregunto si después de los discursos habrá algún tipo de acción para frenar la epidemia'. La de Mellors era la voz de varios centenares de ONG que de una forma u otra han participado en la conferencia y que se han marchado de Barcelona sin lograr un acuerdo global para frenar la epidemia que afecta a 40 millones de personas en el mundo y amenaza a otros 70 millones hasta 2020.

El copresidente de la conferencia Josep Maria Gatell quiso buscar el lado positivo y recordó que, en materia social, estos eventos 'son un foro de debate para juntar datos y pruebas, para que cuajen en futuros acuerdos y acciones. Pero éstos difícilmente se rubrican durante la conferencia'. El otro copresidente, Jordi Casabona, añadió que, a diferencia de las 13 conferencias celebradas anteriormente, 'en Barcelona ha habido diálogo entre científicos, organizaciones y políticos'. 'Parece que todos estamos más dispuestos a trabajar unidos', agregó.

Pero todos, organizadores y activistas, esperaban resultados más concretos, que no se han producido pese a haber quedado demostrado que llevar las terapias antirretrovirales a los países pobres es factible con compromiso político y mucho menos dinero del que se necesitaba hace sólo dos años. La búsqueda de este compromiso a escala global ha convertido a las ONG y grupos de activistas en los auténticos protagonistas de la conferencia, tanto en las salas de debate y reflexión como en la calle, donde cada día han organizado manifestaciones y actos de protesta.

Todas exigen que el sida pase a ocupar un puesto prioritario en la agenda política mundial, hoy monopolizada por cuestiones de seguridad. La menguada implicación de los poderes públicos se tradujo en que sólo una docena de líderes políticos han participado en las actividades paralelas a la conferencia científica, y más de la mitad ya no están en activo.

Fármacos sobrevalorados

Por ello y otros motivos, las ONG españolas, representadas por la Red 2002, cerraron la conferencia con un sabor de boca 'agridulce'. 'El lema de la conferencia era Conocimiento y compromiso para la acción: ha habido poquito de lo primero, nada de lo segundo y mucho de lo último'. Las organizaciones denunciaron que los grandes laboratorios han aprovechado la conferencia para hacer 'publicidad de unas novedades que, si bien tienen utilidad, no solucionan del todo las limitaciones actuales del tratamiento antirretroviral en cuanto a resistencias y dificultad de seguimiento'.

Asimismo, exigieron a la nueva ministra de Sanidad, Ana Pastor, 'que se comprometa a financiar los programas internacionales de la lucha contra el sida'. Y le pidieron que haga la aportación que le corresponde al Fondo Global de la ONU contra el Sida, al que España sólo ha aportado el 21% del dinero previsto.

La próxima cita es en 2004 en la capital de Tailandia. Allí las ONG quieren asegurar mayor espacio para sus actividades. Pero muchos de los que han viajado esta vez a Barcelona temen no llegar a tiempo porque, si los tratamientos no llegan a los países pobres, más de seis millones de infectados morirán, y tal vez estén entre ellos.

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