Masiva manifestación de apoyo a Fontaneda en Aguilar de Campoo
8.000 personas reclamaron el mantenimiento de los 212 empleos
Más de ocho mil personas, según fuentes de la Policía Municipal, se manifestaron ayer tarde por las calles de Aguilar de Campoo (Palencia) en apoyo de los trabajadores de Fontaneda. La manifestación, que se desarrolló sin incidente alguno, fue la culminación de una jornada de huelga que el comité de empresa había convocado en apoyo del mantenimiento de los 212 puestos de trabajo de la factoría galletera.
La manifestación, que contó con la presencia del secretario general de UGT, Cándido Méndez, y del coordinador de IU, Gaspar Llamazares, recorrió las principales calles del pueblo al grito de 'Fontaneda es de Aguilar'. Desde horas antes, los trabajadores habían preparado esta movilización, que es el preámbulo de otras acciones de protesta si la multinacional United Biscuits, propietaria de Fontaneda, no reconsidera su postura de cerrar la factoría. Al finalizar la movilización, frente a las puertas de la fábrica, el presidente del comité de empresa, Hilario Álvarez, leyó un comunicado en el que aseguró que 'si siguen con sus intenciones de cerrar la fábrica de Aguilar, será su perdición'. Álvarez señaló que la marca Fontaneda no tiene valor alguno fuera de Aguilar, pero 'es nuestro símbolo, es nuestra identidad y es nuestro patrimonio'. En Aguilar de Campoo, muchos balcones y calles lucen carteles de apoyo a Fontaneda.
En lo más alto del pueblo, en el otero que corona una fortaleza medieval, lucían también sendas pancartas en las que se podía leer: 'Fontaneda es de Aguilar'. Las movilizaciones se iniciaron ayer a las seis de la mañana, cuando el primer turno de Fontaneda tenía que poner en marcha las máquinas de la galletera, que, por cierto, funcionan desde hace años al 30% de su producción. Los trabajadores iniciaron así una huelga de 24 horas que fue secundada por la totalidad de la plantilla en sus tres turnos. Con los empleados paseando por la factoría de Aguilar, más de trescientos vecinos custodiaron las puertas de la fábrica. El acceso principal a la factoría, empapelado de pancartas, tiene más pinta de campamento que de entrada noble donde aparcaban sus vehículos los directivos de United Biscuits.
Las mujeres y familiares de los trabajadores que allí se concentran día a día lo hacen con sus sillas de campo y bocadillos, alimentos que consumen junto a tres calderos con leña ardiendo para combatir el frío. La carretera nacional Palencia-Santander sufrió cortes intermitentes. Nadie protestó.
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