500 palestinos han muerto en 12 días, según el Gobierno de Arafat
El presidente de la ANP logra recibir a tres altos cargos en Ramala
Tres altos representantes de la Administración palestina lograron ayer por la tarde, con la mediación de EE UU, llegar hasta el cautiverio del presidente en Ramala. Fue el primer encuentro permitido que pudo celebrar Yasir Arafat con sus propios hombres desde que el Ejército inició su asedio, hace 12 días. El ministro palestino Saeb Erekat denunció que 500 palestinos han muerto desde entonces en la ofensiva en Cisjordania.
Mahmud Abas, número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP); Saeb Erekat, responsable del equipo de negociadores, y Mohmaec Dahlan, el jefe de la Seguridad Preventiva en Gaza, llegaron ayer a las cuatro de la tarde a la residencia de Arafat en Ramala. La reunión, celebrada entre las ruinas de Al Mokata, tuvo lugar gracias a la ayuda de la diplomacia norteamericana, que junto con el enviado de la Casa Blanca, Anthony Zinni, lograron doblegar la intransigencia del Gobierno israelí y permitir que el presidente se encontrara con sus asesores.
La delegación de asesores palestinos que debía encontrarse con Arafat estaba configurada en un principio por 12 miembros, pero quedó reducida a primera hora de la mañana a seis, para quedar finalmente compuesta por tres, como consecuencia de las exigencias de Sharon, quien dio como excusa los últimos ataques de la resistencia palestina. La entrevista, que duró varias horas, sirvió para preparar una cita histórica: la que Arafat celebrará el viernes con Powell en Ramala. Horas más tarde, la misma delegación se reunió con el emisario Zinni en Jerusalén.
Fin del cerco político
'Aunque la delegación se hubiera quedado reducida a un solo miembro, la cita para nosotros es importante, porque supone el fin del cerco político impuesto a nuestro presidente', aseguraba por la tarde Ahmed Sobo, director general del Ministerio de Planificación y Cooperación Internacional, desde Ramala.
La euforia provocada por este encuentro no pudo, sin embargo, hacer olvidar la angustia provocada por las noticias llegadas de los frentes bélicos de Cisjordania. Rumores de ejecuciones masivas en el campo de refugiados de Yenín, detenciones multitudinarias en Nablús y reforzamiento del asedio de la basílica de la Natividad. Pero sobre todo las inquietantes informaciones difundidas por Saeb Erekat afirmando que en los 12 días de ofensiva israelí se habrían producido más de 500 muertos palestinos, el triple de las bajas reconocidas por el Ejército de Israel.
En medio de la oleada de informaciones contradictorias volvió a a escucharse la voz de Sharon, quien pidió a Estados Unidos que dejara de presionarlo para acabar con la ofensiva militar, ya que según él se trata de una 'guerra por la supervivencia' de Israel. 'Debemos hacerla rápida [la guerra], pero debemos acabar el trabajo', finalizó el primer ministro.
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