Blair propone el envío de observadores a Cisjordania
Tony Blair propuso ayer el envío de observadores internacionales a Cisjordania y Gaza para que supervisen la detención de palestinos acusados de actos terroristas por Israel. Durante una intervención ante la Cámara de los Comunes, el primer ministro británico hizo un llamamiento a palestinos e israelíes. 'La comunidad internacional podría muy fácilmente controlar la situación una vez que los militantes palestinos han sido internados en lugares de detención. Estamos dispuestos a ayudar y a verificar a la vez a los detenidos y un alto el fuego', añadió.
Además, Blair se enfrentó ayer a los rebeldes laboristas, a los que intentó calmar dando largas a una hipotética intervención en Irak. 'Nada está decidido', 'estamos en fase de consultas', 'todavía no ha llegado el momento de una acción militar'. Fueron algunas de las frases destinadas a calmar a los suyos, que no se recataron en echarle en cara su preocupación en la comparecencia semanal del primer ministro en los Comunes para someterse a las preguntas de los diputados.
Poco antes había desgranado argumentos semejantes en una reunión del grupo parlamentario, en la que ocho de las quince preguntas que le plantearon se referían a Irak. Su intervención no hizo cambiar de posición a los diputados más críticos, que afirmaron que seguían pensando lo mismo tras escuchar a Blair.
The Guardian, un diario crítico con el militarismo de Tony Blair y el que más influencia tiene en el laborismo, ha publicado esta semana un denso editorial en el que, sin apoyar la intervención en Irak, juzgaba positivamente los esfuerzos desplegados por Blair en su reciente estancia en Tejas, reconociendo el mérito de buena parte de la estrategia del primer ministro y su intento de constituirse en un factor de moderación frente a los halcones republicanos en Estados Unidos.
