Intercitrus acepta los puntos más duros del protocolo con EE UU
Las organizaciones agrarias critican las nuevas condiciones, que califican de 'imposición'
La interprofesional Intercitrus aceptó ayer las condiciones más duras del protocolo que EE UU plantea para regular las exportaciones españolas de clementinas. El sector transmitió al subdirector de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura, Guillermo Artolachipi, una decisión con la que espera garantizar la próxima campaña. Intercitrus explicó el compromiso de EE UU de no paralizar la exportación si se detecta un problema tras los controles. Pese al posicionamiento oficial de Intercitrus, las organizaciones agrarias rechazaron el protocolo, que calificaron de 'imposición'
La ronda de reuniones mantenidas las semana pasada en Washington sirvió para consensuar los aspectos técnicos menos conflictivos, por asumibles, del nuevo protocolo que Estados Unidos quiere aprobar. Puntos que los representantes de la Administración española y valenciana que participaron en la reunión habían consultado con el sector citrícola. Tras la reunión quedaron pendientes los tres puntos más restrictivos del nuevo protocolo que unilateralmente decició elaborar el país norteamericano tras vetar la entrada de clementinas españolas en diciembre del año pasado.
Ayer el sector también dió el visto bueno al Ministerio de Agricultura sobre estos aspectos. En el apartado del tratamiento en frío, Cirilo Arnandis explicó que se va a mantener el actual y que si se produce algún cambio-EE UU pretendía ampliarlo dos días-se aplicará sobre todos los países exportadores, como pedía el sector. Sobre la revisión de la mercancía una vez ésta haya llegado a Estados Unidos, Arnandis defendió el compromiso norteamericano de que la aparición de alguna larva viva no supondrá la paralización de las exportaciones sino del lote o partida concreta.
El sector, además, se comprometió a aceptar la condición de mosca cero para la mercancía en origen, que supone que en una muestra de 200 frutos se rechace una partida infectada al 1,5%. 'Éste es el protocolo sobre el que posiblemente se llegará a un acuerdo', concluyó Arnadis. La posibilidad de imponer multas de hasta tres millones de euros que EE UU recogía en el documento previo se descartó directamente. Arnandis también adelantó que intentarán la creación de seguro de exportación que cubran situaciones similares.
El Ministerio de Agricultura trasladará en los próximos días la decisión del sector a las autoridades norteamericanas con la esperanza de que sean aceptadas. 'Debemos ser moderadamente optimistas', explicó Guillermo Artolachipi, pero 'no lancemos las campanas al vuelo'. El representante del Ministerio aseguró que una vez aceptados, presionarán para intentar que los plazos administrativos de aprobación del protocolo garanticen la próxima campaña exportadora, que debe empezar a planificarse entre este mes y el próximo.
Críticas de los productores
Aceptar los puntos técnicos del nuevo protocolo de exportación citrícola a Estados Unidos, con las matizaciones introducidas, no supone la resolución automática de esta crisis. Así lo explicaron el subdirector de Sanidad Vegetal, Guillermo Artolachipi y la consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, que calificó el acuerdo de 'avance muy importante'. La consejera dijo que ahora la presión política buscará agilizar los trámites. Las organizaciones agrarias realizaron una lectura diferente. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) aseguró que las condiciones 'supondrán un sobrecoste para el agricultor'. El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, consideró que 'esta claudicación la acabaremos pagando con creces, ya que desde la aceptación de estos puntos supone, lamentablemente, justificar que EE UU tenía razón'. AVA calificó la aceptación del protocolo de 'burla a los citricultores' , aunque dijo que acatará la voluntad de la mayoría del sector tome. Por ello pidió una reunión 'urgente' de la Comisión de Gobierno de Intercitrus. 'Esto no es una negociación, es una imposición', coincidió el secretario general de la Unió de Llauradors, Joan Brusca. La Unió aseguró que entiende la 'necesidad del sector' de reabrir la frontera de EE UU pero denunció la debilidad del Gobierno en la negociación.
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